Anime One-Shots

Graduación

Drabble

Fiesta

Título: Graduación

Fandom: Bleach

Personajes: Uryu Ishida, Ichigo Kurosaki, Karin Kurosaki

Advertencias: AU. Fluff. OoC

Él había decidido trabajar medio tiempo en el hospital, pasada apenas una semana de haberse graduado. Situación de la cual no había mencionado una palabra a ninguno de sus amigos. Ni siquiera a Sado u Orihime, puesto que, definitivamente no revelaría tal cosa a Ichigo. A pesar de que ahora tenía otra razón para ello más que el solo hecho de como pudiera reaccionar ante la noticia. Acababa de convertirse en padre de un niño, justamente, junto a Inoue. Sonrió con cierta amargura al recordar que el ahora matrimonio Kurosaki no había dudado un segundo en hacerle saber de la noticia, primero del embarazo y más tarde del nacimiento del pequeño Kazui. Y él estaba negándoles quizá la oportunidad de estar en el momento más importante de su vida. Aunque, de habérselos mencionado, Uryu estaba convencido de que Ichigo le recordaría que alguna vez el mismo había afirmado que jamás seguiría los pasos de su padre.

Había llegado ya al apartamento al que se había mudado a un año de comenzados sus estudios cuando se dio cuenta de que alguien estaba de pie a sus espaldas. Aunque no se trataba ni de alguno de sus amigos ni de los Shinigami que los visitaban ocasionalmente.

—Lo lamento, Ishida-san... —comenzó la joven de cabello negro y ojos cafés—. Sé que ya es muy tarde, pero... mi hermano...

Uryu abrió ligeramente los ojos, preguntándose para sí que podría haber sucedido con Ichigo que su propia esposa no fuera capaz de resolver. Hasta que recordó que sus habilidades únicamente le permitían tratar lesiones visibles. Y que no hubieran sido provocadas directamente por Reishi. En otras palabras, él era el único que podría en última instancia acabar con su vida. Y viceversa. Suspiró, guardando la llave que sostenía en su mano en el bolsillo de su saco y, volviendo su atención a Karin Kurosaki, respondió:

—No recuerdo que estuviera herido o algo parecido cuando le vi por última vez. Aunque, para ser honesto, eso fue hace tres días... Dime que al menos los niños se encuentran bien...

La joven Kurosaki solo asintió en respuesta mientras le daba la espalda para dirigirse de regreso a su hogar.

Apenas llegaron al lugar y antes de que Karin abriese la puerta, Ishida se detuvo, alzando la vista a la planta alta de la propiedad. En otras palabras, a la casa propiamente dicha. E instantáneamente arqueó una ceja antes de hablar:

— ¿Debo, sinceramente, preguntar que está sucediendo aquí? Al parecer, todos se han ido a dormir ya... O, por el contrario, solo estas tu...

La joven de cabello negro lo tomó de la mano sin previo aviso, arrastrándolo literalmente al interior de la casa. Antes de que Ishida pudiera intentar un mínimo esbozo de protesta, las luces se encendieron de manera imprevista. Luego, un solo grito, emitido por al menos ocho personas incluyendo a Karin, se dejó oír, provocando que el joven médico se cubriera instintivamente los oídos, aunque sin poder evitar mantener la mirada fija en el grupo allí reunido. Cuatro de ellos, Shinigami.

— ¡Felicidades!

De inmediato, el anfitrión se acercó a él pasando su brazo por detrás del cuello del Quincy y, viéndole de soslayo, aunque sin el menor gesto de reproche en su rostro, dijo:

—Perdona que haya tenido que recurrir a esto, pero pensé que te olvidarías de nosotros... Y no estaba en mis planes permitirlo. Ven; imagino que no querrás desperdiciar tu fiesta de graduación... Wow, jamás pensé que vería esto... Recuerdo que prometiste que no seguirías los pasos de tu padre... Aunque quizá no me corresponda preguntar que te hizo cambiar de parecer...

Uryu no estaba seguro como tomar esas palabras. Especialmente, las ultimas. Después de todo, Ichigo tenía razón; el había repetido hasta el cansancio que no tenía intenciones de seguir la misma profesión que su padre Ryuuken. Sin embargo, allí estaba. Por otra parte, era consciente de que Kurosaki siempre se había dirigido a sus amigos en general con cierta burla, mientras no se tratase de algo serio. Y aquello no lo era. Sin embargo, no había percibido siquiera una pizca de ese tono de reproche en sus palabras. Como no lo había hecho aquella vez; a pesar de que les había dejado, literalmente, a la buena de Dios. Suspiró, mas no intento apartarse del de ojos castaños más que para aflojar ligeramente la presión sobre sus hombros.

—Gracias. Creo que... sinceramente no esperaba algo como esto...

—Deberíamos brindar, ¿no crees, Ichigo?

Señaló una voz femenina por demás familiar para Uryu, pero que apenas en ese instante se dio cuenta de la presencia de su dueña. Así como de su superior. Cuando el de ojos turquesas le devolvió la mirada, Ishida solo le cuestionó si Matsumoto lo había 'arrastrado' allí.

—Quizá sea difícil de creer, pero no fue así esta vez, Ishida. De hecho... tu amigo fue personalmente a la Sociedad de Almas a buscarnos. Tú también mereces un descanso después de todo, ¿no crees?

El de cabello azulado solo pudo sonreír a modo de respuesta. Aquella situación no le era habitual. No había asistido a la boda de Ichigo y Orihime; mucho menos a la de Renji y Rukia, la cual tuviera lugar en la Sociedad de Almas. Sin embargo, debió haber imaginado que, conociendo al de cabello anaranjado como le conocía a esas alturas, este no pensaría siquiera un segundo en guardarle rencor por algo tan simple. Pudo haberlo hecho con razones más justificadas en una ocasión; y aun así, en lugar de ello, escogió buscar la manera de hacerle 'entrar en razones'. A pesar de que el mismo tenía en mente regresar con ellos. Una mano pequeña tirando con tanta fuerza como le fue posible de su saco le hizo bajar la mirada al pequeño calco de sus amigos, quien solo lo miraba con sus enormes orbes castaños.

— ¿Es solo mi impresión o alguien está esperando que te nos unas?

Cuestionó la madre del niño, como era su costumbre, ofreciéndole una amplia sonrisa a su amigo. Uryu se inclinó lo suficiente para tomar al pequeño Kazui en brazos y se dirigió al sitio vacío en la mesa, entre Rukia e Ichigo.

—De nuevo... gracias... —murmuró, viendo a cada uno de los presentes—. Creo que ha pasado mucho tiempo desde la última vez... Creo que jamás he estado en una situación como esta. En especial porque... no recuerdo haber tenido amigos capaces de hacer algo como esto por mi...

A nadie escapó el hecho de que, a pesar de que todos le conocían como alguien sumamente reservado y que jamás se atrevería, o aceptaría verse vulnerable siquiera ante ellos, sus amigos, en ese momento, los orbes azulados del joven médico lucían brillosos.

GabyJaeger, aquí este pequeño texto, tarde pero seguro. Quizá no es el clima festivo que esperabas encontrar, pero me fui a las celebraciones mas 'intimas'; las que involucran grupos muy pequeños y 'selectos'. En este caso, el circulo intimo, mas un par de adiciones, del homenajeado.

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