Anime One-Shots

Juntos, Hasta Que El Destino Lo Decida

Desafío Semanal

Sin Adverbios

Fandom: Bleach

Título: Juntos, Hasta Que el Destino lo Decida

Ships: IchiHime, RenjixRukia

Personajes: Uryu Ishida, Sado Yasutora, Toshiro Hitsugaya, Rangiku Matsumoto, Byakuya Kuchiki

Sinopsis: Un evento muy extraño está teniendo lugar en Karakura Town y la Sociedad de Almas decide enviar a un grupo de sus mejores hombres para asistir a Ichigo Kurosaki y sus amigos. Lo que nadie, ni siquiera el Shinigami Sustituto imagina es que el verdadero origen de dicha amenaza se encuentra en su propio hogar. O, mejor dicho, el objetivo principal de esta es alguien con un lazo sumamente cercano a él.

Advertencias: AU. Angst. Violencia. Sangre. Posible Muerte de Personajes Principales. OoC.

Nota: Esta historia consistirá de un two-shot. No obstante, la segunda parte no corresponderá a esta temática sin adverbios, sino a un What if que reservaré para Repesca. Y el cual será más Fluff que angst. Y que involucrará casi completamente a dos ships que aún no he experimentado en profundidad: Toshiro Hitsugaya y Rangiku Matsumoto y nuestro adorable y orgulloso Quincy con una pareja que me da risa aun antes de escribirla.

Se suponía que las clases del día habían acabado. Pero él permanecía inmóvil en su asiento. Un suspiro pesado escapó de sus labios. No estaba seguro por qué, pero tenía la sensación de que el ambiente en el aula lo estaba sofocando. Se puso de pie tras unos minutos, con la intención de marcharse de regreso a su hogar, pero al parecer su cuerpo no planeaba cooperar con él. Al contrario, todo indicaba que conspiraría contra su voluntad de moverse siquiera. Un jadeo que indicaba una casi desesperada búsqueda de aire fue la manera en que dicha 'decisión' acabó manifestándose, obligando a Ichigo a sostenerse con su mano izquierda en el asiento que acababa de dejar. Acto seguido, y con las pocas fuerzas que tenía, pidió ayuda. Mas nadie le oyó; o eso fue lo que supuso mientras caía sobre su peso. Una voz lejana, pero cuyas palabras no podía deducir, fue lo último que logró identificar.

Uno, dos, tres golpes en su rostro. Tras eso, una voz femenina exclamando su nombre hasta casi quedarse afónica. Nada pudo despertar al Shinigami Sustituto de su letargo.

—Debes calmarte, Kuchiki —reprendió Toshiro Hitsugaya a su compañera, para luego desviar su mirada turquesa de nuevo hacia el hombre que atendía a Kurosaki—. En cuanto a ti, Ishida, será mejor que te retires y descanses un poco también. ¿O acaso planeas desvelarte también esta noche?

—Eso no debería preocuparle. Y lo digo con todo respeto, Capitán Hitsugaya...

El peliblanco no respondió. Sin embargo, todavía se preguntaba qué mantenía al Quincy en ese lugar. Era como si supiera lo que estaba pasando pero no se atreviera a revelarlo ni siquiera a sus propios amigos. Suspiró frustrado y volteó dándoles la espalda a las tres personas que acompañaban a Kurosaki, para luego ordenar a la cuarta –su Teniente, Rangiku Matsumoto- que permaneciera en guardia junto a ellos. Él, por su parte, debía regresar a la Sociedad de Almas. No estaba seguro por qué, pero tenía la impresión de que lo fuera que estaba afectando a Ichigo llevaba un largo tiempo activo, por ponerlo de algún modo. Él no era alguien avezado en cuestiones tales como la salud; mucho menos de un humano como el Shinigami de ojos castaños. Y temía que había un único sitio en el que podría dar al menos con un acercamiento a lo que estaba sucediendo. Suspiró por lo que calculaba era la enésima vez en el día.

—Por favor... —pidió Hitsugaya, una última vez y con cierto desgano en su voz, dirigiéndose a nadie en particular—. Solo... avísenme si la situación cambia. O si, por el contrario, no se presenta avance alguno. No podemos permitirnos perderlo. En especial ahora...