Drabble: Fantasía

6 0 0
                                    

Drabble

Fantasía

Fandom: Crossover Cardcaptor Sakura-Kuroshitsuji

Título: ¿El Fin de los Tiempos?

Personajes: Eriol Hiiragizawa, Li Syaoran, Ciel Phantomhive, Sebastian Michaelis

Sinopsis: Algo extraño sucedía en Londres. Algo que ni siquiera él, un mago de eximias habilidades, podía explicar ni resolver. La situación no haría más que complicarse cuando un noble con un vínculo cercano a un ser que conociera tiempo atrás llegara a el pidiéndole ayuda. Justamente, para ese ser.

Advertencias: Magia. Demonios. Magia Oscura. OoC. AU. Fantasia. Posible Mu3rt3 de Personaje. Vidas Pasadas. Reencarnación

En la soledad y la penumbra de una habitación de medianas dimensiones, comparada al resto de los ambientes de aquella opulenta mansión victoriana, un hombre estaba sentado sobre su cama, sosteniendo casi con desesperación su pecho con su mano izquierda desprovista del guante blanco que acostumbraba llevar. En el dorso de la misma, el símbolo que también llevase desde su creación brillaba en un color púrpura tan intenso como el rosado de sus ojos. Sebastian Michaelis alzó de pronto la mirada, sin apartar su mano de su pecho, al escuchar el sonido de pasos acercándose lentamente a la habitación. Pasos que conocía perfectamente y que, por primera vez en milenios de existencia, temió que se detuvieran, y más aún que intentaran ingresar a ese lugar.

—No... Por favor aléjese de aquí... Podría... No sé si pueda contenerme esta vez...

Supo apenas oyó la risa irónica al otro lado de la puerta que la persona allí de pie no era su amo. Y maldijo al sujeto que le devolvía tal expresión. Era un británico tan absurdamente pedante como su amo. ¿La diferencia entre ambos? Ciel Phantomhive no era más que un humano con el que hiciera un contrato a cambio de su alma. Eriol Hiiragizawa era un hechicero, el remedo de encarnación de un viejo conocido del demonio. Y por ello le detestaba. Jamás, aunque lo intentase, llegaría a la altura de Clow Reed. Aquel era capaz de matarle si se lo proponía; pero había sido un hombre absurdamente gentil con humanos y engendros del infierno por igual. Por supuesto, en este último caso, lo había sido con aquellos que se habían preciado dignos de tal trato de su parte. No tuvo tiempo de continuar meditando acerca de su odio hacia aquel muchacho cuando, una vez más, se tomó con aun más fuerza el pecho. No podía decir que estaba sucediendo con el exactamente. Solo tenía una imagen en su mente que dudaba poder borrar alguna vez en lo que le quedara de existencia. Había as3sin4d0 a alguien; no por orden de su amo, sino por propia voluntad. Lo último que recordaba de ese joven, quizá de la misma edad de su amo, era su katana atravesándole mientras intentaba en vano zafarse de su mano quitándole lentamente el aire en los pulmones. Hasta que sus orbes avellanos se apagaron frente a sus ojos rosados. Como en ese momento.

— ¿Estarías más tranquilo si te dijera que él no ha muerto? Es un hechicero, ¿crees que fuiste su primer demonio?

Una luz fue lo último que vio el demonio antes de perder noción de su alrededor. Cuando abrió los ojos, exaltado, se encontró extrañamente tendido en un sofá de terciopelo rojo. El ambiente a su alrededor era tan lúgubre y anticuado como solo recordaba que el estilo en la Casa Tudor había sido*. En otras palabras, fuera lo que fuera ese lugar, definitivamente tenía más de cinco siglos de existencia. Una mujer de peculiar apariencia, comenzando por las dos inmensas alas de mariposa que salían de su espalda se acercó a él, tendiéndole una taza de té que el mayordomo declino apenas meneando la cabeza. Su mirada algo borrosa luego se posó en el hombre vestido en un curioso traje negro y azul que, definitivamente, le recordaba al de aquel hechicero.

Anime One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora