Anime One-Shots

Un Mundo Diferente

Desafíos Semanales

Saltos Temporales

Título: Un Mundo Diferente

Fandom: Naruto/Rurouni Kenshin (Crossover)

Personajes Principales: Kenshin Himura, Kaoru Kamiya, Itachi Uchiha, Sasuke Uchiha, Sakura Haruno

Advertencias: AU. Periodo Meiji. Samuráis, Guerra de Clanes. Violencia. Muerte de personajes. Canon Divergente.

El hombre de cabellos lacios color ébano, en ese momento —e, inusualmente— sueltos se encontraba sentado sobre un tatami en el templo en el que había elegido refugiarse. A sus espaldas, se alzaba una imponente estatua de mármol de Buda. Un escalofrío le recorrió la espalda cuando escuchó los pasos aterradoramente calmos del hombre que acostumbraba asistir ante su presencia poco después de que despuntara el alba. Ambos eran veteranos de guerra; ambos tenían sendas cicatrices no solo en su cuerpo, sino principalmente en sus mentes, que les impedirían olvidar quienes habían sido. Y, sobre todo, sus pecados. Por ello, y a diferencia de su hermano menor, Itachi Uchiha había optado por vivir aislado y en completa soledad. El hombre frente a él, por su parte, había sufrido la pérdida irreparable nada menos que de un hijo quien, de hecho, había muerto en sus brazos.

—Esta será la última vez que nos veamos, Uchiha—san...

Anunció el hombre varios años mayor que el pelinegro, de cabellos rojos en una coleta baja y ojos violáceos. Suspiró profundamente mientras se sentaba frente al pelinegro, cuyo rostro inclinado hacia el piso de madera ocultaba casi por completo el daño más que visible en su rostro. Más precisamente, en su ojo derecho, el cual estaba cerrado y, además, atravesado casi hasta la mitad de su mejilla por una herida a esas alturas de un tono rosáceo. La cual el propio Kenshin —o, mejor dicho, su alter—ego, el Hitokiri Battousai—, le había provocado. Tras unos minutos, alzó la mirada, con su único ojo visible de color escarlata y negó levemente, admitiendo que dudaba seriamente que eso llegara a suceder mientras no pudieran librarse de su pasado. Y ambos sabían cuál era el único modo en que eso sucedería. Kenshin lo miró fijamente, sin poder creer que el hombre frente a él realmente estuviera dispuesto a algo semejante. Ambos eran guerreros, eso era innegable. Sin embargo, él no poseía siquiera la mitad de las habilidades estratégicas y físicas con que contaba Itachi, mientras que el Uchiha desconocía por completo el método en que los samuráis y ninjas allí peleaban con espadas. La espada era su único modo de ataque, pero también de defensa. Un tenso silencio se formó entre ambos, hasta que este fue roto por el pelirrojo, quien volvió a reiterar que este sería su último encuentro. Sin embargo, el Uchiha se percató de que había algo diferente en la voz de su acompañante. No solo no se oía como la recordaba, sino que, de hecho, se escuchaba sumamente ronca. Volvió a invadirlo el mismo escalofrío que lo asaltara momentos antes y, con cierto temor en sus facciones, volvió la mirada, revelando su único Mangekyō Sharingan visible al hombre frente a él, percatándose de que los propios ojos, naturalmente amatistas, de Kenshin, habían adquirido un curioso tono ambarino. Nunca le había sucedido algo semejante, sin embargo, se quedó petrificado ante la imagen frente a sus ojos. Sin mencionar que le fue imposible reaccionar cuando la katana atravesó sin piedad alguna su pecho. Extrañamente, en un punto alejado de su corazón. Como si, en efecto, Kenshin pretendiera que su muerte fuera lo más lenta y dolorosa posible. Con las pocas fuerzas que le quedaban, tomó la hoja de la katana en su mano, retirándola lentamente, e importándole muy poco que la hemorragia llegara a matarlo.

—Acaso... ¿Fuiste tú quien asesinó a mi hermano? ¿Y a tu propio hijo?

—Ellos solo me impedirían llegar a mi verdadero objetivo... —dijo fríamente el pelirrojo —Aunque, finalmente, he conseguido mi cometido...