Rey Demonio (Editando)

Capítulo 8

Lord Weller sonríe cordialmente.

—Ha pasado bastante tiempo, Su Majestad.

—No tanto...

Josak que ha corrido a través del agua helada para acercarse se detiene a cierta distancia, puedo verlo apretando el hacha en su mano con fuerza.

—Al parecer ha conseguido un nuevo brazo

—Así es...

—¡Su Majestad! ¡Porfavor apártese de él! —dice en un tono de voz fatigado que rara vez escuchas de Gurrier.

—¡¿No pidas imposibles Josak?! Despues de todo tenemos un enfrentamiento, ¿verdad, Lord Weller?

Lord Weller Conrart está usando ropa de un color raro en él. Es un uniforme amarillo y blanco que da la impresión de que volvería las luchas en la jungla increíblemente difíciles. Es un uniforme que he visto tantas veces que he llegado a odiarlo incluso antes de llegar aquí.

Todos los que lo usaban eran soldados de Dai Shimaron.

—No va a preguntarme, ¿por qué?

Lo miro con indiferencia

—¿No es que... esta siempre ha sido su tierra?

—Algo así.

—En ese caso, comprendera que las circunstancias han cambiado un poco —dije mirando su uniforme —. Mis más sinceras disculpas.

He estado terriblemente preocupado por como contarle a Wolfram sobre su desaparición, y ahora resulta que aparece justo frente a nosotros como un enemigo.

—Usted parece de alguna forma, mas maduro—dice Conrad, sus dedos moviéndose hacia mi muñeca.

Justo en ese momento, Josak coloca su brazo alrededor de mi pecho y me tira hacia atrás con increíble fuerza.

—¡Merlin! ¡Eso Duele! ¡¿En que pensabas?!

Lord Weller fuerza una sonrisa y pasa la vista alternativamente entre su amigo y yo.

—¿Qué significa esa mascara en su mano? —pregunta—. ¿Y por qué lucha por Caloria? ¿No se está inmiscuyendo demasiado en los asuntos de otras personas?

—Lo que haga, a dejado de ser parte de sus asuntos.

—¡Su Majestad! Deberíamos volver y discutir esto con Su Alteza. —me dice Josak

Aun sosteniéndome, intenta arrastrarme hasta nuestro refugio.

—Josak —dice Conrad—, esto es enteramente tu culpa.

La mano que me sostiene tiembla levemente.

—Tú has estado ocupándote de Su Majestad, ¿cómo pudiste dejar que se expusiera a tal peligro?

—Oh, lo siento tanto, —Josak arrastra las palabras sarcásticamente—. Si mi Comandante hubiera estado con nosotros, Su Majestad de seguro hubiera tenido un viaje mucho más seguro. Pero desafortunadamente, desafortunadamente, él decidió ser irresponsable y desaparecer de repente.

—De verdad esperaba que no tuviéramos que enfrentarnos en un tercer combate, si hubieras puesto todo tu esfuerzo en el encuentro con Adalbert.

Josak lo mira furioso

—¿Qué es lo que significa exactamente este pequeño juego? —pregunta Conrad.

—Ustedes...

—Josak, no hay necesidad de dar explicaciones a este tipo —interrumpo—, es nuestro enemigo.