Rey Demonio (Editando)

...

Mis ojos queman como si estuvieran prendidos fuego, y mis parpados tienen pequeños espasmos como si hubieran sido forzado a soportar algo contra mi voluntad.

—...Pesa... de verdad es demasiado pesado...

Para ponerlo en palabras simples, la parte baja de mi cuerpo se siente pesada.

La piel de mis brazos y piernas se siente extrañamente tensa y duele como si me hubiera quemado al sol.

—¿...Donde estoy?

Mi visión está obstaculizada por un velo gris. Gracias a eso, aunque estoy estirado en el piso mirando al cielo, el sol no es brillante. Siento la tierra mojada contra mi espalda y el viento acariciar mi piel.

Es el lago.

Lentamente el resto de mis recuerdos regresan.

Como siempre, he sido llevado por el agua a ese otro mundo y como es usual, fui recibido por mi tutor y mi guardián. Y también tuve una reunión de padre con mi hija que se puso de lo más adorable. Pero lo que sigue a continuación es una terrible pesadilla.

Siento una ola fría golpear contra mi brazo izquierdo extendido. Llega a mí con un rugido, me toca y luego se va.

—¿Günter?

Le llamo en voz alta, pero no hay nadie aquí que me responda.

—...Conrad.

Sacudo la cabeza un par de veces, frotando mi nuca contra la arena. No están muertos. Definitivamente están vivos.

Dicho eso, definitivamente entre en una pintura, así que ¿he vuelto al colegio? Si es así, en cualquier momento Pansy aparecerá sobre mi diciendo: Ey, Draco, pensé que querías conocer la casa del calamar, y luego echará los brazos alrededor de mi cuello de una manera que invita a ser malinterpretada.

Pero no veo a nadie alrededor y no hay peligro de que nadie me vea usando ropa interior con tiras. Tenso los músculos de mi estómago y levanto la cabeza de un tirón. El barro color ceniza que se pegó a mi piel se ha secado y se cuartea cayendo a pedazos.

—No soy así de fashion... ¡ah!

Y de repente descubro porque mi parte inferior se sentía tan pesada. Mi entrepierna ha sufrido una colosal transformación.

—¡¿P-p-p-por qué mi vello púbico es negro?!

Una mata de pelo negro sobresale de mis pantalones. ¡Y es gigante!

—Uuuh...

—¡Habló! ¡Mi vello público habló! Espera, ¡¿Pansy?!

El pelo negro tiene un cuello y hombros, y más allá de eso, una camisa. Con un listón aun sobre su cabeza, Pansy coloca las manos en la tierra y se levanta.

—¡Estoy viva!

—...Si, estás increíblemente viva... ¿Exactamente por qué estabas metiendo la cara en mi entrepierna?

—Me salvaron.

—¿Qué quieres decir, que te salvaron? Si no estabas en peligro.

Mi amiga presiona la mano contra su frente y arrugas de preocupación aparecen entre sus cejas.

—Ah, pero no recuerdo que hayamos naufragado, no lo recuerdo para nada.

—¿Por qué dices algo tan dramático como naufragar?

—Draco, ¿sabes dónde estamos?

—¿Dónde? En el patio, junto al lago negro...

Hago un tres sesenta mirando a mi alrededor, pero no puedo ver el árbol, y no hay rastros de ningún estudiante. Solo arena hasta donde los ojos pueden ver. Mar y arena. No hay arboles mágicos o magos agitando la varita. Ni siquiera signos del calamar gigante.