Capítulo 3

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Hay incontables luces en los negocios alineados, la gente rebosa de actividad yendo de aquí para allá ocupados y sagaces. Una enorme multitud se abre ante nosotros, los guardias se colocan a los lados firmes y con expresiones serias.

Mientras su caballo se arrastra a mi lado, Gunter parlotea.

—Bienvenido a casa, Su Majestad. Este es su país y el nuestro también. El eterno reino en el cual los sabios y valientes mazokus viven en prosperidad luego de derrotar a los Soushu con su poder. ¡Ah! nunca debemos olvidar que el mundo entero se ha originado de los mazokus. Larga vida al gran Shinou y su gente... — qué aburrido, parece que recita una lección de historia —...reino, bienvenido a la capital.

Dijo el nombre del país mientras pensaba...

Conrad, susurra que para abreviarlo se le dice Shin Makoku. Eso es lo único que importa.

—Shin Makoku, permanece secreto— susurre con aire sobre protector. Tal vez fuese una exageración, pero no puedes llegar contándole a tu familia y amigos, sobre un mundo ideal para magos con Voldemort creyéndose dios.

Mi impresión al entrar a la capital es muy fácil de describir al decir que es un gran "pueblo en el bosque". Las tiendas, las casas y las residencias son de madera y piedra. Los ciudadanos están a ambos lados y se apartan del camino haciéndome reverencias profundas.

Como si no me importara lo que piensan de mí, los ignoro desde arriba del caballo que camina grácilmente. No se parece al caballo que sacudió a su jinete y estaba asustado del demonio negro antes.

El Spanker que fue preparado para el rey nació con un raro oscuro. Se dice que posee todas las características necesarias para ser un caballo de guerra. Incluso si su corazón se detiene seguirá llevando a su amo y continuara corriendo. Porque tiene dos corazones. Bastante útil.

El color del cabello de cada persona y de sus pieles es realmente variado y rosa lo increíble. Como me han dicho, no hay ni una persona de cabello negro. Rubio, castaño, plateado, blanco, rojo, marrón, naranja —me pregunto si es teñido—, violeta —me pregunto si es un matizado popular—, verde — ¡probablemente clorofila! —... ¡¿Verde?!

— Disculpa, Günter...

— ¿Si?

—¿Hay personas verdes entre los súbditos? 

—¿Verdes? Creo que se refiere a la familia de sanadores. Ya que su sangre es un tanto peculiar su piel se vuelve pálida y poseen el poder especial de incrementar la velocidad de sanación del paciente. Los humanos parecen haberlos perseguido hace dos mil años y por eso migraron a estas tierras. Les debemos la longevidad de nuestras vidas a ellos.

—La chica de antes, la de pelo violeta, ¿también era así?

—Ellos son de la tribu del lago. Son personas nacidas con un fuerte maryoku y están envueltas en la enseñanza y la seguridad de la Capital del Rey. Como ya lo debe de haber notado Su Majestad, yo también tengo la sangre de la tribu del lago.

Ojos violetas, ya veo.

Suspiré arriba del caballo.

—Un caballo con dos corazones, esqueletos volando en el cielo, cabello natural verde y violeta. No es posible encontrar cosas como esa entre la sociedad mágica, a menos que seas metamorfomago.

No puedo hacer otra cosa que burlarme de mi pobre imaginación, mientras Conrad, hace un guiño a la persona encargada de mi educación.

—Hay una increíble cantidad de razas inferiores en este país. Günter y yo hemos vivido largas vidas, pero incluso los eruditos no pueden confirmar la cantidad de escoria. Por ejemplo, si limitas el conteo a la cantidad de personas como individuos hay alrededor de cincuenta millones, pero si se cuenta la raza de los Kotsuhizoku, los Kotsuchizoku y los Kotsugyozoku, las razas acuáticas y las razas ave es imposible obtener un número aproximado. Además, si se incluye las almas que viven pacíficamente en las áreas del bosque y las montañas, eso significa que los mazoku viven en los cielos, la tierra, los ríos, los bosques y en todos lados. Su Majestad, todas las almas que le seguirán están dispersas por todo este país.

Rey Demonio (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora