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Había vivido por mucho tiempo, pero nunca supo de la existencia de algo como esto.

Usando las últimas fuerzas en su cuerpo, von Christ Günter reafirma sus piernas para no colapsar en la cama que está detrás de él.

—Con esto ha concluido el primer día de su entrenamiento para convertirse en consorte de algún noble. El voto de silencio es levantado en sus cuartos personales, así que siéntanse libres de hablar cuanto deseen.

Tan pronto como le dicen eso abre su boca ampliamente como un pez. A su lado está el exsoldado de mediana edad, que parece estar en paz con su aspecto completamente diferente. El nombre de este desafortunado hombre es Dacascos. El comienzo de su mala suerte fue una casual visita a la oficina del rey para entregar un mensaje.

Buscando a Draco, que ha desaparecido después de dejar una carta, han llegado a un instituto de donceles. Al pedir información sobre sus estudiantes, la institutriz les obligo a realizar el examen de doncel, como consecuencia de haber aprobado dicho examen médico, los hombres están recibiendo el entrenamiento noble de un futuro consorte.

De hecho, cuando aplico como el consejero real, Günter había realizado los exámenes, asistido a todas las ceremonias y bendiciones en el templo de Shinou, no obstante, aquellos resultados habían sido negativos. Desconcertado por los recientes resultados pido que los verificaran. Pero allí en ambas ocasiones dieron positivo. Las mujeres dieron primeramente tratamiento a sus manos callosas.

El exsoldado en frente de él también había pasado la prueba. Su ahora cabello largo, brillaba sedosamente, sus facciones se volvieron más femeninas y en su rostro lleva maquillaje moderado. Las institutrices han rasurado todo el vello de su cuerpo con el objetivo de disminuir la cantidad de aspectos diferentes entre las mujeres y los hombres tanto como fuera posible. A Günter se le ha otorgado una consideración especial, pero Dacascos, que fue obligado a venir con él, no fue capaz de escapar de esto.

Pensar que existe un instituto en las montañas lleno de donceles como estos solo a medio día de cabalgata desde el Castillo de Pacto de Sangre.

—Bueno, entonces, demos por finalizado el día. Llevemos a cabo el entrenamiento culinario a la madrugada en tranquilidad, ¿de acuerdo?

El movimiento que hizo al decir "de acuerdo" al final, doblando ligeramente sus rodillas y apoyando los dedos de un pie detrás de ella es el saludo que se acostumbra en los donceles. Es una pose que ves mucho en bailes folclóricos.

—Es-Esto fue inesperado. Pensar que existían unas instalaciones tan sospechosas como estas.

—Más importante que eso, Su Excelencia... No creo que Su Majestad ni la chica que intentó asesinarlo estén aquí... Quiero decir, aquí son todos donceles o institutrices.

—Pero el entrenamiento es de tres años. Si hacemos algo similar a escapar durante el primer día, incluso si soy parte de las diez familias nobles, no tengo ni idea de cómo nos tratarán.

—¡Oh, olvidé algo importante!

Cuando estaba a punto de irse, la institutriz dio vuelta sobre sus talones y regresó. Comienza a sacar artículos de lujo del excesivo equipaje de Günter.

—Todos los artículos masculinos están prohibidos en este instituto. Él único que tuvo permitido cargar un arma durante su estadía fue Lord Bielefeld Von Wolfram, pensar que completo el entrenamiento en tres días, y ahora es el prometido se Su Majestad el Maou. Durante su estadía, nobles, entraban a escondías a su alcoba. Oh, mi pequeño ángel sufrió mucho acoso en un período corto ... ¿qué es esto?

—¡Ah, e-eso es...!

Lord von Christ extiende su mano en pánico, pero el libro verde encuadernado en cuero de cabra de montaña encuentra su camino hasta las manos de la mujer. Ella hojea las páginas. Es una situación de emergencia.

Rey Demonio (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora