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Debido a la belleza que corta el aliento reposando expuesta frente a ellos, nadie se atreve a hablar. Un rostro como de cera, labios color rosado descoloridos. Parpados adornados con largas pestañas que ocultan unos ojos llenos de preocupación y con las manos entrelazadas sobre su pecho. Definitivamente, Lord von Christ es un hombre apuesto.

Incluso en los rincones más recónditos del planeta, uno nunca encontraría un casi-cadáver así de perfecto por segunda vez. Aun así, tiene una falla tremenda.

—Desafortunadamente, no está muerto. Así que no puedo cortar su cuerpo para mirar dentro.

Todos los presentes sienten escalofríos, pensando: ¡¿cómo puedes haber dicho eso?!, al escuchar esas palabras. Como era de esperarse de una de las Tres Pesadillas de Shin Makoku, nadie puede competir con ella cuando se trata de meter miedo.

Lady von Karbelnikoff Anissina coloca sus manos en sus caderas y dice con vanidad:

—Pero al menos así ha logrado prevenir que el veneno se esparza por su cuerpo. No podemos confiar en la animación suspendida en la que Günter se ha puesto a sí mismo. Pero no se preocupen, con mi conocimiento y habilidades, una cuestión de este nivel se resolverá en un santiamén.

Ella puede lidiar incluso con venenos de otro país porque es la Magicalista Loca, Anissina, cuyas prioridades son, primero: experimentar, segundo: experimentar, tercero y cuarto: desconocido, quinto: experimentar. Günter está recostado en un sarcófago de hielo rodeado de escarcha.

—¡¿Qué les parece?! ¿No es una verdadera obra de arte, este Günter Nieve?

—¿Es realmente necesario que esté completamente desnudo? —pregunta Gwendal.

—Es todo cuestión de estética. Si está desnudo, luce más como un espécimen que si tuviera ropas puestas mientras duerme. Como puedes ver, estoy respetando el estilo.

—Espécimen...

—¿Qué te preocupa tanto? Ya me he encargado del área que a ustedes los hombres les trae vergüenza y preocupaciones. Así... —Anissina apunta su dedo hacia un pequeño bulto de nieve. Habla como si le hubiera gustado decorar la parte superior con una hoja de higuera—. Está propiamente oculto, ¿verdad? Gwendal, ¿qué estás haciendo?

Sin pensar lo que estaba haciendo, Lord von Voltaire formó un conejo con la nieve y estaba a punto de estirar sus manos para colocarlo en la entrepierna de Günter. Esto es menos como un acto de amistad y más como un detalle caballeroso de simpatía.

Aunque, continuo su trabajo por un día entero sin dormir y sin tomarse un descanso, sus ropas son impecables, su cabello rojo está desatado y cae elegantemente sobre sus hombros y espalda.

Las medidas que Anissina ha tomado hasta el momento incluyen: la aplicación de un anti-veneno sintético (resultado: inefectivo), lavado de estómago (resultado: catastrófico), y un tratamiento antiparásito (resultado: desconocido). Lo que sea que ha causado que el veneno detuviera su proliferación aún no se ha determinado con certeza, peor los contenidos del estómago de Günter han sacado a luz algunos hechos interesantes.

La última cena de Lord von Christ fue un platillo de camarones. De acuerdo con el análisis, incluso comió las duras colas. Al parecer es holgazán cuando no está en presencia de otros.

El resultado de toda esta investigación finalmente fue encontrar evidencia de que tipo de veneno es con el que están tratando, y como se debe proceder con la desintoxicación.

El rostro de Anissina tiene una expresión de pálido cansancio raro de ver en ella, pero sus inteligentes ojos celestes brillan con curiosidad y dedicación por su trabajo. En momentos como este, se ve tan hermosa que impresiona, pero ni uno de los cobardes hombres hace ningún intento por acercarse.

Rey Demonio (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora