...

475 57 0
                                    

Mientras tanto, mis acciones se reproducen en mi cabeza. Y no es la pelea con los Gryffindors de la semana pasada, sino los muñecos de arcilla que use hace unos minutos.

Los rayos del sol que antes quemaron mi piel ahora son más débiles. Aunque durmiera a la intemperie sin protector solar, no me quemaría. Al caer la noche la temperatura baja considerablemente, la brisa suave que acarician mi piel me trae de vuelta a la conciencia.

Sintiendo como si me mecieran vagamente hacia adelante y atrás me despierto en la silla mecedora de Tricolor. Aun privado de sueño, fuerzo lentamente mis párpados para que se abran, se sienten como si estuvieran pegados con pegamento. Mis ojos están secos y adoloridos.

—¿Qué...? —murmuro.

Lo primero que veo son hebras de oro brillando a la luz de la luna. Ni siquiera tengo tiempo para pensar "que hermoso", porque alguien ya me está regañando.

—¡¿Por qué siempre haces lo mismo?!

—¿Wolf?

—¡¿Qué?!

—A-agua...

Parece que esa no era la respuesta que esperaba. Sus cejas se fruncen con enojo. Agarra mi cabeza y mete mi cara en el lavabo que está cerca.

—¡Ahógate en ella!

Bebo. El agua entra en mí no solo por la boca, sino también por mi nariz y mis orejas.

—¡Ay... basta! ¡Me ahogo, de verdad me estoy ahogando!

—¿Sabes lo preocupado que estaba por ti?

Enojar a un chico lindo, incluso si uno no tiene la culpa, resultará en dolorosas consecuencias. Al mismo tiempo, siento una tremenda culpa porque fue mi propia astucia la que causo problemas a todos.

—Wolfram, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Y dónde está Conrad? ¿Qué pasó con Gwendal?

—Mi hermano ha escapado de la cárcel sin problemas. Ahora hazme el favor de responder. ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti?

Aunque se perfectamente que es mi prometido, ser perseguido por un chico hermoso como él, causa que mi corazón dé un par de latidos acelerados. En momentos como este la solución más efectiva es mirarlo a la cara y seguir repitiendo "Eres un Slytherin".

Quito la vista de Wolfram para ver qué pasa en los alrededores que son tragados poco a poco por la oscuridad. No veo ninguna mujer, ni a ninguno de los guardias. Ya que he estado durmiendo todo el tiempo, no puedo saber si los he liberado.

—Sí, sé que has estado preocupado. Yo también lo estaba.

—Oh. ¡En ocasiones puedes expresarte! ¡Deberías dejar la indiferencia de vez en cuando! Siéntate ahí y quédate inmóvil, voy a buscarte algo de comer.

Luego de tirarme un trapo a la cara que huele como él, se marcha pisoteando ruidosamente hacia la cabaña que solía ser la oficina de Tricolor. Sí, comer suena como una buena idea. Ni siquiera puedo recordar mi última comida. Como castigo, no nos dieron ni el desayuno.

¿Qué ha sido de las mujeres que también fueron castigadas por mi culpa? ¿Dónde está Norika, la líder, o Marta y su bebé medio muerto? ¿Por cuánto tiempo he estado durmiendo?

Me levanto y bajo lentamente las escaleras. A lo lejos veo una pequeña llama ondulándose en algún lugar cerca de las tumbas. La emoción me inunda, al pensar que podría ser un fantasma, soy atraído inevitablemente hacia allá. La luz fluctuante se mueve de vez en cuando, a veces hacia el piso.

Al acercarme veo sombras oscuras de seres humanos reflejadas en la oscuridad. ¡Que aburrido es una muggle, no un fantasma! ¿Pero quién merodearía por un cementerio en la noche? Hay dos posibilidades: alguien que visita una tumba, o zombies, pero estos suelen ser muy escandalosos y odian la luz. Sin embargo, nada es este mundo es normal.

Rey Demonio (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora