Sábado.
Es casi hora de que Zeke pase por mí y no estoy lista, lo normal. Suelo llegar tarde a todo, pero lo de hoy no fue mi culpa, de hecho me levanté temprano esta mañana para acompañar a tita al trabajo y ayudarla a arreglar una casa, todo iba muy bien hasta que apareció un pequeño detalle técnico no previsto: Mi mamá. Seguimos peleadas y no nos hablamos, pero aun así sigo estando castigada y me guste o no, ella sigue teniendo autoridad sobre mí. Tuve que inventarme un cuento reforzadísimo para que no me pusiera problema y poder salir, para darle más credibilidad a mi teatro involucré a Nia y con ella a Bowie.
— ¡Quédate quieta! — Obedezco e intento dejar de pestañear, — así, eso, ya casi acabamos.
Pasa el cepillo del rímel con delicadeza el pincel por mi parpado, es experta en lo que hace, pero igual pintarme los ojos sigue siendo un trauma porque a los seis años casi me saco uno con el maquillaje de mi mamá, desde entonces me olvidé por completo del delineador.
»—Listo. — Me pasa un espejo de mano para que me mire—. ¿Ves que sí podías quedarte quieta? Quedaste muy guapa, si no estuviera tan segura de mi sexualidad me fijaría en ti, eres mi tipo ¿Sabes?
¿Pero a qué costo, mujer? ¿A qué costo? Mi salud mental estuvo al borde de una crisis de ansiedad.
— ¿Hace cuánto no sales, Ni? — Deja de sonreír, — Con un hombre, obvio, las chicas y yo no contamos.
— ¿Por qué eso es importante ahora?
—Porque le pusiste demasiado empeño a mi maquillaje, creo que lo hizo tu deseo reprimido por salir. — Bajo el espejo y nos quedamos viéndonos fijamente—. Deberías invitar a salir a Madden, algo tranquilo, al cine tal vez, luego caminar y ya después que el universo dicte lo que tenga que pasar.
Me quejo al sentir el golpe en la frente, un golpe que dice clarito: «Deja de decir estupideces». A mi modo de ver no son estupideces, Nia es joven, bonita, inteligente y mamá, pero tener una hija no significa el fin de su vida, además doy fe que desde que nació Bowie se ha dedicado en cuerpo y alma a ella, ha hecho de todo por su bebé, incluso manejar dos hasta tres empleos y además seguir en la escuela. Para mí esa mujer se merece un monumento en la plaza central del pueblo así bien gigante y llamativo.
Antes de que Nia quedara en embarazo no creía eso de «Pueblo chico, infierno grande», porque sí, la gente habla todo el tiempo y es demasiado jodido darle gusto a todo el mundo, pero es que en cuanto se supo lo de su embarazo hasta en la sopa salía el tema. Todas las conversaciones eran tipo: «¿Te enteraste? La hija de los Wagner, sí, la menor, está embarazada, sí, la chica que siempre ocupa el cuadro de honor en la escuela y la que siempre representa al condado en los concursos de matemáticas» o «Nia Wagner está embarazada, Dios nos libre, qué clase de ejemplo van a tener las demás criaturas» y el clásico «Eso le pasa por calenturienta, lo buscó y ahí lo encontró». Fue tan placentero durante esa época mandar a la mierda a más de uno por chismoso y usar mi fama de brabucona para sacar del camino a los dueños de las miradas curiosas y las preguntas impertinentes.
— ¿Estás segura que tu mamá se creyó eso de que me estaba muriendo y que te necesitaba aquí para cuidar de Bo? — Se muerde las uñas mientras me observa ponerme el vestido que me prestó, — lo último que quiero es tenerla aquí haciendo un escándalo, Eleanor y Ria me matarían, desde lo de Kian la última vez me tienen marchando y súper vigilada.
Me acomodo los pechos en el sostén para que se vean bien en el escote del vestido, porque la idea hoy es aniquilarle el instinto de supervivencia a Zeke y que caiga de lleno por mí.
—Segurísima. — Me miro en el espejo del tocador y me gusta lo que veo. Me veo y me siento sexy, amo a la chica en el reflejo—. Su sentido maternal no llega a ese nivel, pude decirle que me iba a cuidar un niño a Júpiter y me hubiera creído, en especial porque Brad irá en la noche y cuando se trata de él se torna medio atolondrada, no puede hablar ni pensar en otro tema que no sea él.
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El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]
Teen FictionBeatrice Ramírez es sinónimo de caos. Problemática, impulsiva, rebelde e ingobernable. Son muchas las opiniones sobre Bea, pero todas coinciden en algo: Bea es una niña mal.