DOS MESES DESPUÉS
Cassandra María de los Ángeles Ross, Cassie para los amigos, nació el día 25 de junio a las 11:11 de la mañana, mes y medio antes de lo previsto, razón por la que tuvo que pasar seis semanas en una incubadora bajo estrictos cuidados de personal especializado, durante este tiempo los únicos que mantuvieron contacto directo con ella fueron sus padres, los demás tuvimos que conformarnos con verla a través de un cristal, hasta hoy. Cassandra María de los Ángeles Ross — jamás dejen que Ángela nombre a otro ser humano, por favor—, fue dada de alta y al fin está con nosotros en casa, justo a tiempo antes de que Wyatt y yo nos vayamos a la universidad, algo que me alivió enormemente porque me sentía horrible de no estar aquí para recibirla en casa.
—Cass, — su manita se cierra alrededor de mi dedo índice, — ¿Ves esa cosa horrible a tu derecha? Ese es tu hermano, lo sé, es increíble que un par de cosas bonitas como nosotras estén emparentadas con esa tragedia humana.
Wyatt hace una mueca y me saca la lengua. Nuestra hermanita mueve esos ojotes verdes que le heredó a mi mamá entre nosotros, luce fascinada por ese par de seres que no se le han despegado desde que llegó. No es porque sea mi hermana, pero Cassandra es preciosa, tiene el cabello rizado como mi mamá y yo, pero castaño como el de Brad y Wyatt, tiene todas esas facciones finas de mamá y sacó las cejas pobladas de Tita.
—Estás loca, cómo se te ocurre volver a empezar cuando ya tienes una hija en la universidad. — Ángela entra a la habitación imitando la voz de alguien más—. Estoy a un "comentario" más de no volver a contestar el teléfono, ni porque ellos fueran a ayudarme a criarla.
Amo ese oscuro sentido del humor que se gasta mi madre, el postparto la hizo más ácida y menos tolerante con algunas personas, especialmente con esos compañeros de trabajo, vecinos y familiares imprudentes.
— ¿Vas a bañarla, puedo ayudarte? — Digo tan pronto toma la toalla, — es mi turno, él le cambió el pañal y le dio el biberón.
Esto se ha vuelto una guerra por quién pasa más tiempo con ella. Esta niña nos tiene súper embobados a todos, especialmente a Wyatt y a mí que por primera vez estamos probando las mieles de ser hermano y hermana mayor respectivamente.
— ¿Tú qué haces aún aquí, Betty? — Suelta con fastidio, — ¿Y tú no deberías estar terminando de empacar, Wyatt? — Ambos intentamos protestar—. Los dos, largo de aquí, ahora.
A regañadientes salimos del cuarto y quedamos súper aburridos en el corredor, lo cierto es que como ex hijos únicos y a esta edad, Cassie es como volver a jugar con muñecas, todo alrededor suyo nos tiene encaprichados, sólo necesita respirar para tenernos ya ahí encima hablándole con voces ridículas, haciéndole caras para que sonría y peleándonos por alzarla.
— ¿Quieres ir por un helado?
— Quedé con Zeke. —Entorna los ojos—. ¿Y si lo dejamos para el sábado? Te prometo que estaré toda la tarde contigo y haremos lo que tú quieras.
—Voy a irme, Beatrice, no nos veremos en meses, quiero pasar tiempo con mi hermana.
—Él también se irá, — defiendo, — y mucho más lejos que tú.
Eso aniquila cualquier posibilidad de montar una de sus escenas de hermano mayor celoso, porque él estará a un vuelo de distancia en un lugar del que en cualquier momento puede ir y venir, Zeke en cambio estará al otro lado del mundo en medio del océano y Dios sabrá hasta cuando sus superiores le den permiso de volver. Ya lo acepté, estos meses de su fase de entrenamiento me sirvieron para asimilar nuestra realidad e irme adaptando a ella. Al principio fue duro, no voy a mentir, vernos sólo los fines de semana y a veces simplemente no vernos, resumir todo a llamadas y mensajes fue complejo, pero cada jodido sacrificio ha valido la pena al verle esa sonrisa de felicidad que le ha dado su profesión y la emoción con la que habla de ella, no hay nada más lindo que ver a alguien que amas siendo feliz y Zeke es muy feliz haciendo lo que hace.
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El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]
Ficção AdolescenteBeatrice Ramírez es sinónimo de caos. Problemática, impulsiva, rebelde e ingobernable. Son muchas las opiniones sobre Bea, pero todas coinciden en algo: Bea es una niña mal.