Nota: Este capítulo y el siguiente contendrán escenas y palabras que pueden resultar sensibles para algunas personas por su contenido y temática a tratar, si tú eres una de esas personas, puedes saltarte esta parte y esperar a que lleguemos al capitulo 75 para continuar la lectura sin ningún problema :) Gracias por la comprensión.
—Tú puedes hacerlo, Bea. — Me repito mientras inhalo y exhalo lentamente—. Tú puedes con esto y más, sólo hazlo, ve ahí y cuéntales tú verdad.
Me paso las manos húmedas por la cara para despabilarme un poco. El espejo refleja a una muy aterrada yo con el cabello recogido, un vestido negro de mi mamá y un blazer blanco que tuvimos que comprar a última hora porque en mi closet no había nada ni medianamente a la altura de la ocasión. Mentalmente repito la charla que tuve por teléfono con Marina antes de salir de casa, me llamó para desearme suerte y recordarme que mi voz también debe ser escuchada por todos.
—Betty, cariño, la abogada dice que empezamos en cinco minutos.
Las piernas me tiemblan al escuchar a Brad y debo caminar pegada del lavabo para no caerme. Obviamente voy a ir así me esté muriendo del miedo, voy a contar lo que pasó en realidad ese mañana en casa de los Sinclair, no estuve meses forzándome a recordar para desistir a último momento de querer ver a Cameron en prisión donde no tenga ni el mínimo chance de hacerle lo mismo a otra mujer.
«Respira, Beatrice, no es el momento ni el lugar para tener un ataque de pánico. Respira, vamos.»
—Pinky. — Tan pronto salgo de los baños encuentro a Zeke vestido de manera informal, con sus típicas Vans y una gorra gris dada vuelta—. Sabías que vendría sí o sí.
Tiene razón, muy dentro de mí sabía que no me haría caso, que fallaría o se escaparía de la escuela para venir a acompañarme. Por esa mochila colgada de su hombro asumiré que hizo lo segundo.
—Estoy enojada contigo, pero también estoy muy feliz de verte. — Me lanzo a abrazarlo y me recibe sin problema alguno—. Gracias por venir.
—No podía dejarte sola, estamos juntos en esto, no lo olvides. — Se aparta para darle un vistazo a mi cara—. ¿Estás bien?
Vuelvo a pegarme a él como una garrapata y no planeo soltarlo pronto. Su presencia siempre me ha sabido a seguridad, más allá de todo lo lindo que ha sido conmigo y lo mucho que disfrutaba molestarlo por su enamoramiento platónico hacía mí, estar con Zeke no sólo era sinónimo de paz, era —y lo es aún— mi lugar seguro, no sólo porque me defendía como una fiera sino porque su apoyo ha sido incondicional. Estoy segura que así no hubiera historia entre nosotros como la que hay, igual él estaría aquí y habría hecho todo de la misma manera sin cambiarle nada.
—No, — murmuro contra su pecho, — tengo miedo, creo que no podré hacerlo.
Toma mi cara entre sus manos y me hace mirarlo para luego darme un beso en la frente. Los besos ahí tienen su encanto, lo estoy descubriendo y me gusta, no sé, los siento especiales.
—Claro que puedes, — me sonríe, — tú todo lo puedes, no hay nada que no puedas lograr.
Algún día espero tenerme al menos la mitad de fe que él tiene en mí.
— ¿Y si mi testimonio no es suficiente? ¿Y si su versión pesa más que la mía y acaban creyéndole a él?
Esas preguntas no me han dejado dormir en paz las últimas tres noches, siento que esto es pelea de una pulga contra un elefante. Él tiene todo para ganar y salir airoso de esto, en cualquier caso será visto como mártir o como victimario en redención, mientras que yo, gane o pierda, seré vista como la villana de la historia y tendré que cargar esa cruz el resto de mi vida. No es justo, en serio, el sistema es una mierda.
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El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]
Teen FictionBeatrice Ramírez es sinónimo de caos. Problemática, impulsiva, rebelde e ingobernable. Son muchas las opiniones sobre Bea, pero todas coinciden en algo: Bea es una niña mal.