41. Hannah

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LAS NOVIAS DE LEE

Ash ha salido del grupo.

Nia: ¿En serio, Ashley?

Becky: Esto acaba de ponerse feo.

Lee: Mi nena es tan rarita, pero yo la amo.

Yo: ¿De qué me estoy perdiendo?

***

—Bee, — sacudida, — Bee... — otra sacudida, — ¡BEE!

¡Jesus Christ!

Me llevo una mano al pecho para evitar que mi pobre corazón salga disparado luego de semejante susto, cuando he logrado calmarme fulmino con la mirada a ese ser desconsiderado que me despertó a lo maldita sea.

— ¡¿Qué mierdas está mal contigo?!

—El lenguaje, Beatrice. — Me regaña en su habitual tono de mamá—. Estábamos haciendo lluvia de ideas ¿Recuerdas? — Señala el desorden en la mesa, — ¡Qué te vas a acordar si llevo veinte minutos hablándole a la nada mientras tú duermes!

Me paso las manos por la cara buscado despabilarme un poco y entrar en materia de nuevo.

—Lo siento, — se me escapa un bostezo, — ¿En qué quedamos?

Nia deja de dar vueltas por la sala y cae como piedra en uno de los sofás en donde está Bowie sentada súper juiciosa viendo muñequitos en el celular de su mamá y comiéndose esas tortillas de calabaza que su progenitora le trajo para que nos dejara avanzar con el trabajo escrito que debemos entregarle al profesor de literatura la próxima semana... ¿Hace cuánto no sé come calabaza en esta casa? A mí no me gusta, jamás me ha gustado y todos lo saben, pero esas tortillas de Bo huelen tan bien y se ve tan apetecibles.

— ¿En serio quieres que hagamos esto hoy? — No sé de donde sale, pero en un segundo está frente a mí impidiéndome seguir viendo a Bo y su plato—. Estás rara, ¿qué te pasa?

—Nada. — Miro de un lado a otro confundida. — ¿Qué te pasa a ti?

—Nada.

Nos quedamos viéndonos en silencio por un rato hasta que decido ponerle fin a la guerra de miradas y me levanto provocando que todos los huesos del cuerpo me truenen, las últimas semanas he dormido tan mal. No sé cuántas horas llevamos aquí, pero ya anocheció así que asumo que muchas y muy productivas no han sido porque del título no hemos pasado.

»—Aceptémoslo, necesitamos a Ashley y su cerebro de nerd y a Becky y su capacidad para hacer sonar todo más lindo y profesional.

—Me leí el libro, además, Zeke me acompañó a ver la película. — Con disimulo me acerco a Bowie y sin que lo note le robo una tortilla—. Podemos hacerlo, — hablo con la boca llena, — es sólo cuestión de enfocarnos y esforzarnos un poquitito más.

En esa clase estamos juntas y cuando los trabajos son en grupo le rogamos al profesor que nos permita hacernos a las cuatro, normalmente nos deja porque Ashley y Rebecca son las mejores estudiantes de la clase, pero esta vez no será así porque Ash está algo así como muy cabreada con nosotras por dejarla sola el día de Halloween. Nia tenía que trabajar esa noche en la discoteca en la que la contrataron como mesera los fines de semana, Lee se fue con Wyatt a ver las carreras de autos y yo... pues yo lo olvidé, honestamente, entre la escuela, el trabajo, Zeke y el tema de mi mamá no he tenido cabeza para mucho últimamente, llegué toqué la almohada y Morfeo me atrapó, tuvieron que salir sólo ella y Becky a pedir dulces y acabaron en el Rainbow compartiendo con Miles y sus amigos. Con sus amigos de trece o catorce años que son más hormonas que personas y unos babosos de tiempo completo, digamos que su molestia tiene justificación.

El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora