54. La Pesadilla

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ZEKE

Algo va mal.

Lo sé, lo siento dentro de mí, pero se hace real al llegar al vecindario y estacionarnos frente a esa propiedad que visité hace meses junto a ella en circunstancias totalmente distinta. Hay un par de patrullas allí con las sirenas encendidas y está también la mamá de Bea discutiendo con uno de los oficiales. Me quedo como congelado en mi lugar y no soy capaz de moverme, mucho menos de hablar o reaccionar, sólo me quedo siendo un espectador más.

— ¿Qué mierdas está pasando aquí? — Lee toma la iniciativa y sale del auto junto con Audrey y Cayden, — ¿En dónde está Bee?

No puedo apartar la mirada del camino y de Wyatt que se ha saltado la cinta, va corriendo hacia la entrada en donde se encuentra una chica de cabello largo y castaño hincada en el piso de espalda a nosotros.

—Lo haremos juntos ¿Ok? — Asiento y bajo del auto al mismo tiempo que mi melliza—. Va a estar bien, es Bee, es indestructible, no conozco a nadie más duro que ella. Una vez golpeó a un chico en una discoteca por agarrarme el trasero, lo noqueó, fue increíble. Nia me contó que en una ocasión estaban en el centro, las iban a asaltar y Bee no lo permitió, se defendió y lograron huir, corrieron como por quince calles sin parar. Es el niño de nuestro grupo, siempre está ahí para cuidarnos a las demás.

La mano fría y sudorosa de Ash toma la mía y le da un apretón mientras caminamos hacia dónde se encuentran los demás.

»—Es Bee, va a estar bien. — Repite una y otra vez—. Ella siempre dice que es como las cucarachas, indestructible, la más ruda y mala de todas.

Nos detenemos de golpe al escuchar a Wyatt y su amiga pidiendo a gritos una ambulancia, en ese instante el corazón se me detiene y todo pasa en cámara lenta. Audrey se queda junto a la mamá de Pinky mientras su novio y Lee corren hacía donde se encuentran ellos, algo grave está sucediendo allí, lo sé al ver a Novalee derrumbarse y no volver a recuperarse.

—Tengo que ir. — Me suelto del agarre de Ashley, ignoro sus llamados y tal como hicieron los demás salto la cinta y voy corriendo—. Pinky. — En la distancia diviso su largo e inconfundible cabello rosa, — ¡Pinky!

Me freno en seco al verla tumbada en el piso inconsciente, con la amiga de Wyatt sosteniéndole la cabeza y a Cayden haciéndole RCP. Todo es una absoluta locura, esa no es Pinky, no mi Pinky, no es la chica con la que estuve hace unas horas pintando las paredes de nuestro futuro hogar y con la que hice el amor. No es Bea, esto es mentira, estoy soñando, es una pesadilla y ya quiero despertar ¡Quiero despertar!

—No hay tiempo para esperar a la ambulancia, — el novio de mi hermana la toma en brazos como si fuera una frágil muñeca de trapo, — necesita atención médica pronto, el tiempo es crucial en una sobredosis.

Mi cabeza simplemente estalla con eso. Bea no tiene adicciones, le gusta salir de fiesta y beber de vez en cuando, pero de ahí a consumir drogas hay un abismo enorme, ella no es así, la conozco, sé que jamás se haría daño y que tampoco se lo haría al bebé, también sé que no lo haría porque ama la vida y porque no cometería los mismos errores que su papá. Me ha hablado sobre él, no mucho, pero sí lo suficiente para saber que no seguiría sus pasos y que no les fallaría a su mamá y a su abuela.

—Vamos en mi auto.

Sigue a Wyatt hasta su carro y yo voy tras de ellos, también lo hace la mamá de ella que sin dudarlo sube con ellos y al igual que hizo Cayden comienza a atenderla, seguramente igual que lo hace a diario con sus pacientes en el hospital, sólo que ahora la paciente es su única hija.

—Pinky. — Wyatt me aparta de un empujón y me hace caer sentado sobre la carretera—. ¡Pinky! — Intento subirme al auto de nuevo, pero antes de que lo logre arrancan y se marchan—. Mierda...

El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora