20. El plan

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Voy a matar a Allen.

En cuanto me lo encuentre le voy a dar un lento y doloroso final, cuando lo vea va a desear no haber nacido, va a conocerme enojada y deseará jamás haberse metido conmigo. Le voy a poner esa mugrosa guitarra en la cabeza de sombrero. Hoy cruzó una delgada línea en esta amistad que nunca debió cruzar, hoy firmó su sentencia de muerte.

—Hey, Pinky, habla conmigo, — me toma por los hombros, — dime algo, lo que sea, dime si estas molesta.

Tomo aire profundo y lo dejo salir lentamente. Cabreada no, cabreadísima. El nivel de enojo que tengo corriendo por mis venas en este momento no es normal, hay más furia que sangre ahora mismo, se equipara casi a como me pongo cuando discuto con mi mamá. Estoy hirviendo en enojo.

— ¿Tu qué crees? — Maldice por lo bajo, — pero no contigo, — aclaro, —o bueno, en parte ¡¿Cómo te dejaste convencer, Zeke?! ¡¿Qué te dijo para incluirte en su maquiavélico juego?!

Casi me voy de para atrás al verlo llegar en lugar de Allen, la sabandija esa que ayer me dijo que sí me acompañaría a la fiesta y aquí estuve muy puntual en la entrada del edificio esperando como una tonta a que pasara a recogerme, pero no llegó y en su lugar envió un reemplazo con su estúpido disfraz de pirata. Hasta le prestó su más preciado tesoro: la camioneta, el auto de Zeke sigue en el taller, pero eso para Allen no fue problema y le entregó las llaves de su bebé para que pasara a buscarme. Se lo pensó muy bien y previó todas las posibilidades para no dejarme chances de salirme con la mía. 

En serio, voy a matarlo.

»—Yo te hacía en la ciudad en casa de tu mamá con Ashley, no aquí y no así. — Manoteo frustrada—. No se suponía que iría contigo a la fiesta, aquí debería estar esa alimaña tramposa y no tú.

—Pero es a mí a quien invitaron ¿No?

Ah, es que también se fue de soplón, eso es el colmo, momento de replantearme seriamente esta amistad y empezar a recibir hojas de vida para el puesto de mejor amigo.

—Sí y no. —Se ríe, no debería reírse, esto es serio—. ¿Sabes en lo que te estas metiendo? ¿Allen tuvo la decencia de explicarte quién es la cumpleañera? ¿Te dijo a dónde íbamos?

Se pasa la mano por el cabello, mejor dicho, por la peluca de Jack Sparrow que incluye el disfraz. No voy a mentir, el traje le queda bien y Holly hizo un magnífico trabajo con el maquillaje, en mi humilde opinión se ve muy guapo, pero estoy demasiado molesta para pensar en eso.

—Es el cumpleaños de una de las niñas que cuidas, — asiento para que continúe, — te invitaron a ti y también a mí, — de nuevo asiento, — es la hija de una familia rica que vive en las colinas.

— ¿Y qué más?

Donde no le haya hablado sobre el "problema" juro que voy a arrancarle su masculinidad con un cortaúñas y sin anestesia. Es que ahora sí voy a privar a la humanidad de esa descendencia,  voy a cortar esa rama del árbol genealógico de los Graham de tajo.

—Y conseguiste ese empleo gracias a que Tom Graham te recomendó como niñera. —O sea, le cuenta eso, pero no que allá va a estar el tipo que casi lo mata, Allen se supera cada día—. Conoce a...

—A los Sinclair, sí. — Finalizo por él—. Tienen dos hijos, Hannah, la cumpleañera, y Cameron, el mayor.

Seguramente el nombre le suena, porque repito, Cameron es una especie de divinidad en el maldito pueblo, él y los intocables son más famosos que el alcalde mismo. Dato de color, el alcalde es —redoble de tambores por favor, —: David Sinclair. ¿De dónde me sonará ese apellido?

El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora