71. Ella

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El sonido de la estática en la radio suena de repente tomándonos por sorpresa a ambos, pero especialmente a ella que estaba empezando a quedarse dormida. Hace una mueca de desagrado cuando la estación se salta y suena una canción que no es de su gusto. No sé qué hice bien para que aceptara venir conmigo, aun no entiendo qué parte de mi discurso fue el que la convenció de que era una buena idea confiar en mí y acompañarme, pero aquí estamos, y a pesar de mis temores, no ha sido para nada incómodo, casi se siente como antes. Normal.

—Es increíble que en este lugar no pasen buena música en ninguna parte. — Se incorpora para cambiar la estación—. Alguien debería enseñarles la magia de la música en español, Shakira, Selena, Paulina, algo que no sea más de lo mismo.

Como si lo hubiese invocado justo se cruza en su camino una estación de radio en la que están pasando una canción de Shakira. No he conocido una persona más orgullosa de sus orígenes que Pinky, ella en serio ama su cultura y su lengua materna, está orgullosa de ser quien es y de venir de donde viene, jamás ha ocultado ni se ha avergonzado de provenir de familias de migrantes, y aunque no habla mucho de su papá ni de su familia paterna, también está orgullosa de esa herencia cultural que recibió de su lado.

»— ¿Sabes decir «Hola», «Adiós», «gracias», «muy rica la comida» en español?

—No, ¿por qué?

Volteo a verla por un microsegundo y luego regreso la atención a la carretera. La escucho moverse en el asiento del copiloto, vuelvo a darle una mirada rápida y la veo estirándose para alcanzar mi chaqueta del asiento trasero, en cuanto la alcanza regresa a su lugar y se cubre con ella.

—Porque si quieres ser aceptado por mi familia tienes que hablar español, al menos palabras y freses claves. — Sube los pies a la guantera—. La regla de oro en la familia es que en la casa se habla español, el inglés lo dejamos de la puerta para afuera, mi abuela y mi mamá insisten en conservar las raíces. Wyatt ya lo habla y su papá lo está aprendiendo. Ese es el secreto.

— ¿El secreto para qué?

—Para agradarle a mi mamá, — una vez más la observo para encontrarla casi dormida, — no le gustas porque no eres como nosotras, imagino que piensa que me hará las cosas más sencillas salir con un chico con el que tenga más cosas en común.

—Tú y yo tenemos mucho en común, que el color de nuestra piel sea diferente no significa nada.

El sonido de su risa es ligero y sutil, está a nada de caer en un sueño profundo. Con todas esas botellas vacías que vi en el Rainbow, asumo que ella y sus amigos se pasaron un poco con la bebida esta noche.

—Opino igual, pero ahí afuera no todas las personas son lindas ¿Sabes? Y en pleno siglo veintiuno siguen importándoles esas tonterías. Mi mamá las ha vivido y no quiere lo mismo para mí ¿Entiendes?

— ¿Por qué estás diciéndome esto ahora? ¿Por qué no decírmelo hace unos meses?

Ante su silencio, y gracias a detenernos en un semáforo, volteo a verla y ya está casi dormida, su respiración es profunda y regular. Incluso ebria, despeinada y con el maquillaje corrido sigue viéndose hermosa. Por supuesto mi opinión carece de objetividad porque como sea voy a verla linda, pero no importa, seguiré diciendo que es la mujer más bella del universo porque en el mío sí lo es.

—No lo sé, tal vez no estaba segura de que fueras el indicado o simplemente me daba miedo equivocarme contigo, también porque Marina me llevó a grupos de apoyo para mujeres y me hicieron darme cuenta de cosas que hice mal en el pasado, — bosteza, — o estoy muy borracha y ya ni sé qué digo. Despiértame cuando lleguemos ¿OK?

El club de las niñas mal: Bea Libro I 🩷 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora