"FE" (PARTE 2)

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-¿Qué quieres decir con que yo soy la llave?

María miro a Castiel con expresión interrogante en sus ojos color café. 

-No tú exactamente, sino tu sangre abre un pasadizo que contiene todas las armas angelicales que hemos ido recolectando a lo largo de los siglos

-Y ¿Por qué tiene que ser ella?

Castiel colocó una de sus manos encima de la frente del hada. Su palma brilló con una luz blanquecina y María sintió calor en la frente antes de que retirase la mano

-¿Qué has hecho? -preguntó Sam confundido-

-He guardado tu magia

María abrió los ojos como platos

-¿Qué has hecho qué? -chilló como si la hubieran abofeteado- 

-¿Dónde está, qué has hecho con ella?

Castiel se palpó la cabeza 

-Está a salvo aquí

Dean se levantó de la silla y chasqueó la lengua en señal de disgusto

-Genial entonces ahora nuestra pandilla consiste en 2 humanos, un ángel en gabardina y una no-hada

María rodó los ojos antes de agarrar una cerveza de la nevera del motel. 

-Gracias por ser tan sutil Dean

Este solo esbozó una sonrisa sarcástica antes de fijar su mirada en el ángel

-¿Y ahora que hacemos? las armas no van a venir solas hasta nosotros

Sam notó una corriente de aire tras de sí, sobresaltado se movió a un lado con el cuchillo de Ruby en la mano, alerta. Pero solo era Castiel el cuál sujetaba un polvoriento libro en la mano.

-Jamás me acostumbraré a que haga eso -susurró Dean- 

-¿Dónde has ido Cass?

Este levantó la vista del libro que estaba leyendo y dijo tranquilamente : 

-Una biblioteca en el Nepal, recordé que tenían un libro que podría sernos útil y fui a cogerlo prestado

Dean se encogió de hombros mientras Sam y María se acercaban hasta colocarse al lado del ángel el cuál miraba unos símbolos extraños que estaban por todas las páginas del libro que llevaba en la mano.

-¿Qué idioma es ese? -dijo María pasando los dedos por el borde la página-

-Es enoquiano, la lengua angelical 

Sam y Dean abrieron los ojos como platos y se acercaron para verlo de cerca.

-Y ¿Has encontrado algo?

-De momento no, necesito más tiempo

-Tiempo es justo lo que no tenemos Cass -dean miró hacia fuera y vio que ya se hacía de noche- 

-Iré a por algo de comer, nos hemos quedado sin nada 

-Te acompaño -dijo Sam agarrando su chaqueta- 

-Voy con vosotros -se levantó el hadad también-

Sam la frenó al igual que Dean

-No te ofendas pero no tienes poderes ahora mismo y el único que puede protegerte si nosotros estamos fuera es Cass. Es mejor que te quedes con él.

María rodó los ojos y miró al ángel que seguía leyendo inmerso en las páginas del libro.

-Está bien pero daros prisa, no parece muy amigable cuando no estáis alrededor

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