Alma observó una vez más la hora reflejada en el techo de su habitación del búnker. Resopló y se dio media vuelta tratando de determinar cuál sería la posición más cómoda para dormirse de una vez. Se movió de nuevo, ya que se le estaba durmiendo el brazo de estar apoyado encima de él todo el tiempo. Volvió a mirar la hora. Tan solo habían pasado 2 minutos desde que lo miró por primera vez.
En ese momento sintió como sus articulaciones empezaban a pesarle y la respiración se atascaba en su pecho, como si tuviera un bloque de cemento encima del pecho. Respiró poco a poco intentando meter cada vez más aire en sus pulmones, pero estos no parecían querer colaborar. Se sentó en la cama con la espalda recta y los ojos mirando en todas direcciones. Sentía que iba a pasar algo malo en cualquier momento. Conocía muy bien esas sensaciones. Llevaba conviviendo con ellas desde los 17 años : Un ataque de Ansiedad
Paseó las manos por el pelo nerviosamente. Cogió un trozo de manta y empezó a masajearla entre sus dedos pulgar e índice, pero tampoco ayudó. Tenía que buscar ayuda. Varios psicólogos le habían dicho que lo primero que debes hacer es aceptar lo que te está pasando porque si no te pones peor, la pregunta es la siguiente ¿Lo habían intentando hacer ellos? Es decir ¿Aceptarlo? Porque es un poco complicado que tus neuronas conecten la información entre ellas cuando no te entra ni una puta molécula de aire en los pulmones.
Tiró las mantas hacia atrás y se puso las zapatillas. No te morías de un ataque de ansiedad pero se pasaba muy mal. Pero que muy mal.
Se levantó y caminó hasta la habitación de Sam. No quería despertarle, pero esto era importante. Se acercó cuidadosamente donde el menor de los Winchester dormía, le tocó suavemente el hombro.
-¿Sam? -preguntó tratando de despertarlo-
Alma ahogó un chillido cuando con un rápido movimiento el cazador ponía el cuchillo mata demonios contra su cuello.
-Sam soy yo, Alma -dijo y el bajó el cuchillo dejándolo bajo la almohada-
Se frotó los ojos pegados por el sueño y la miró.
-Mierda, lo siento mucho Alma -se disculpó-
-No pasa nada Sam
Este la escrutó unos segundos bajando la mirada donde sus brazos se cruzaban sobre el pecho.
-¿Estás bien?
La joven sintió como su garganta se cerraba aún más y trató de respirar. Un repentino mareo la sobrevino, Sam la agarró de los hombros sentándola a su lado antes de que se callera al suelo.
-Ya veo que no -dijo observándola- ¿Qué necesitas?
-Compañía -susurró- Odio pasar por esta mierda sola
-Lo sé, puedes quedarte el tiempo que quieras
-Gracias -sonrió y él le devolvió el gesto-
-Me vendría bien un vaso de agua
El menor asintió y antes de irse le pidió que se metiera en la cama. La tapó con cuidado.
-No te muevas, vuelvo en seguida
-Vale -respondió viéndole desaparecer-
A los pocos segundos volvió con el agua y ella apuró la mitad del vaso. Lo dejó sobre la mesilla de noche. Oyeron pasos en el pasillo y ambos miraron la puerta. Dean entró en la habitación. Miró primero a su hermano y luego a Alma.
-Esto no es lo que parece -dijo Sam antes de que dijera nada-
Dean asintió y se sentó frente a ella.
-¿Qué te pasa? -preguntó, su voz era preocupada-
-Ansiedad -murmuró por toda respuesta-
-Ya, que putada -dijo- Avísanos si ves los -movió las manos delante de la cara- puntos
-Dean -dijo Sam apretando los dientes- no va a verlos porque ya está mejor, y si los viera nos encargaríamos de ello ¿Verdad?
El mayor de los Winchester se dio cuenta de su error y asintió con la cabeza.
-Claro, por supuesto
Ella inspiró de nuevo. El aire entraba a trompicones en su cuerpo. De pronto Dean cogió su mano. Ella le miró, sus profundos ojos verdes le devolvieron la mirada.
-Concéntrate en mi voz -dijo y ella trató de hacerlo-
-No puedo -se quejó, su cabeza estaba llena de pensamientos negativos, era imposible-
-Si que puedes, eres valiente Alma, de las personas más valientes que he conocido en toda mi vida -hizo una pausa- puedes con ello
-Vale -inspiró sintiendo su fuerte agarre en la mano-
-Aísla todos tus pensamientos y escúchame
Ella silenció las voces y abrió los ojos sintiendo la garganta más cerrada que nunca.
-Mírame, no dejes de mirarme -pidió-
Con gran esfuerzo, Alma hizo lo que le pedía.
-Bien. Ahora respira conmigo
El respiró y ella le imitó inspirando y espirando una y otra vez. Así 10 veces hasta que por fin el aire volvió a entrar con normalidad en su organismo.
-¿Mejor? -preguntó-
Sus ojos se llenaron de lágrimas, se acercó dándole un abrazo. Las fuertes manos del cazador se extendieron sobre su espalda devolviéndoselo.
-Gracias Dean -miró al menor- Y a ti también Sam -le dio otro abrazo- no sé que haría sin vosotros
-Nosotros tampoco sabríamos que hacer sin ti -dijo Sam sonriéndole-
-Será mejor que intentes dormir un poco -dijo Dean-
Ella asintió levantándose. Se despidió de Sam y el rubio la acompañó a su habitación. La observó entrar apoyado contra el umbral de la puerta.
-Buenas noches -dijo cerrando la puerta-
-Espera -dijo ella deteniéndolo-
Abrió la puerta de nuevo, ambos quedando frente a frente. Sin dudar un segundo, la joven juntó sus labios a los de él en un tierno y corto beso. Sus labios eran esponjosos y dulces, como el algodón de azúcar. El la besó de igual manera y después ambos juntaron sus frentes.
-Ahora me encuentro mejor -respondió y el sonrió-
-Hasta mañana Alma
-Adiós Dean -susurró ella viéndolo desaparecer por el corredor-
Después de eso durmió toda la noche
¡HOLA HOLAA! Bueno esa historia es probablemente una de las más personales que he hecho debido a la mención y síntomas del trastorno de Ansiedad que llevo sufriendo desde que tenía 17 años. Cabe destacar que las sensaciones que describo son cómo yo las siento. Cada persona lo vive de manera diferente.
Ojalá Sam y Dean existieran para cuidarme cuando me pasa.
Espero que os haya gustado la idea, y nos vemos pronto con más
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SUPERNATURAL SHOTS
FanfictionEsta será una recopilación de shots, algunos largos y otros cortos, en los que sucederán cosas desde ir de cacería con los Winchester hasta revivir en el cielo al lado de Castiel, también bajarás al infierno con Crowley y quizás y digo solo quizás...