"STAY WITH ME BABE, PLEASE"

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Estoy tumbada en el suelo boca arriba, lo único que veo es el techo negro del almacén donde recuerdo haber entrado para matar a las Vetalas, y luego... nada no recuerdo nada, hasta ahora que he vuelto a despertar. Una voz a mi lado dice mi nombre, y con unas fuerzas que no se de donde saco giro la cabeza para ver a quién pertenece.

Mi mente va y viene, hay una fina línea entre el desmayo y la consciencia que se va desdibujando cada vez más a cada segundo que pasa. Tengo las manos apoyadas a ambos lados de mi cuerpo. Siento algo mojado a mi alrededor, levanto la mano para ver qué es y en cuánto la veo roja no puedo evitar que un mareo me sobrevenga. 

Estoy tumbada sobre un charco de mi propia sangre 

-Susan no la mires por favor, mírame a mi -pide la voz, que ahora se que pertenece a Dean-

Puedo ver el brillo de preocupación en sus ojos verdes a la vez que siento como coge mi mano entre las suyas para darme ánimos, para que sepa que está a mi lado y que no se va a ir a ninguna parte. De alguna manera sonrío, porque se que si muero será con él a mi lado para velarme. En un momento de debilidad cierro los ojos, porque de repente, la idea de dormir se antoja de lo más placentera. 

Los dedos del rubio sobre mi mejilla hacen que vuelva a abrirlos con dificultad

-No te vayas, Susan sigue mirándome -sonríe cuando veo que hago lo que me pide- eso es aguanta un poco más 

Escucho como alguien viene corriendo hacia donde nosotros estamos y se pone al lado de Dean. Por el color de su pelo y su estatura a pesar de que está de rodillas, sé que es Sam. Ambos hermanos me miran y luego intercambian una mirada entre ellos.

-¿Cómo ha podido pasar? -maldijo Dean- las teníamos vigiladas, debía ser algo sencillo

-Esta vez ellas fueron más listas -me miró un momento arrugando los labios- Dean tenemos que llevarla al hospital, ha perdido mucha sangre

-Esas Vetalas intentaron drenarla -escupió- pero ella ha sido más fuerte -sonrió- yo la cogeré, cúbreme 

Sam hizo lo que le pidió mientras yo sentía las fuertes manos de Dean levantándome por las caderas con suavidad. Gruñí debido al intenso mareo que me sobrevino.

-Tranquila, todo va a salir bien -dijo- no cierres los ojos por favor

-Dean creo que...  -empezó a decir Sam-

Eso fue todo lo que oí antes de perder el sentido. Horas después desperté en una cama de hospital. Los Winchester me habían salvado la vida, y no tenía ni idea de como agradecérselo.


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