OH MY CHUCK

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ADVERTENCIA📍❗

 ESCENAS GRÁFICAS Y LENGUA OBSCENO, SI NO TE GUSTAN ESTE TIPO DE HISTORIAS TE INVITO AMABLEMENTE A QUE NO LA LEAS 


Castiel se encontraba en Jordania, ya que Sam y Dean le habían pedido un frasco de agua del río Jordán, un elemento muy comúnmente utilizado contra los seres sobrenaturales. El sol despuntaba muy alto en el horizonte, por lo que el ángel entró en un hotel y tras alquilar una habitación se sentó sobre la cama mirando a la pared frente a él. 

A veces se paraba a pensar en cómo había cambiado todo, como había empezado a pensar por si mismo en vez de seguir los planes que otros tenían pensados para él. Sonrió al recordar que gracias a eso había conocido a los Winchester. 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el pitido insistente de su móvil. Lo sacó del bolsillo de su gabardina y miró la pantalla. El nombre de Dean Winchester se reflejaba en ella.  Todavía no se fiaba demasiado de esos aparatos, pero era la única manera de comunicarse con los hermanos en vez de aparecer en el búnker de la nada, provocándoles un susto de muerte, lo que ya había sucedido varias veces.

-¿Dean?

-Cas ¿Cómo va todo? 

-Bien, ya tengo el frasco 

-La próxima vez mándame un mensaje, estaba preocupado por ti 

Después de todo lo que habían vivido juntos, había sido inevitable que los sentimientos de ambos salieran a la superficie. Ni siquiera se habían besado, pero ambos sentían ese tensión entre ellos cada vez que hablaban. Cas esbozó una sonrisa pensando en la expresión del rostro del cazador en ese instante. 

-Lo siento, todavía estoy intentando adaptarme a este aparato, ya sabes que no me fío de ellos 

La risa ronca de Dean resonó al otro lado de la línea, lo que sonó como música para los oídos del ángel. Armándose de todo el valor que pudo conseguir empezó a hablar. Sabía que el cazador le ayudaría con su problema. 

-Dean... yo... -empezó sin saber muy bien como explicarse-

-Cas ¿Qué pasa estás bien? 

-Sí -respondió- es solo que estoy un poco... hinchado

Dean soltó una maldición 

-Y me preguntaba si podrías ayudarme, no sé que tengo que hacer 

El ángel, al no entender lo que le ocurría empezó a ponerse nervioso. La voz de Dean sonó al otro lado de la línea. 

-Cas, cálmate no tienes de que preocuparte, eso nos pasa a todos, a mi me pasa muchas veces 

-¿De verdad? -preguntó el ángel esperanzado a lo que Dean respondió afirmativamente-

Por supuesto omitió el hecho de que le sucedía cuando pensaba en él en lugares y posiciones que ni de coña se pondría a explicarle. 

-Entonces ¿Puedes ayudarme?

El cazador soltó un taco 

-Puedo y lo haré 

Suspiró, y el ángel casi pudo verlo pasándose la palma de la mano por los ojos, un gesto muy característico suyo- 

-Quítate los pantalones -susurró y Castiel le obedeció- 

-¿Ya lo has hecho? 

-Si ¿Qué hago ahora? 

-Descríbemelo ¿Es grande? 

-Muy grande 

-Joder Cas me estás matando -gruñó el cazador lo que hizo que cierta parte del cuerpo de Castiel se pusiera aún más dura- 

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora