"WHEN I SAW YOU IN THAT DRESS"

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Era verano

Stacy odiaba esa estación. No le gustaba ni el sol, ni la playa, pero por encima de todo odiaba el calor.

Sam la despertó suavemente dándole unos golpecitos en el hombre. 

-Buenos días -dijo conteniendo la risa al ver su expresión-

-¿Qué hora es? -preguntó desubicada-

-La hora de levantarse  -dijo Dean sosteniendo un café en su mano- 

-Ugh está bien -se quejó levantándose perezosamente-

Miró su ropa que había metido en una pequeña maleta y se la llevó al baño para pensar que ponerse. 

Hacía un calor infernal, metafóricamente hablando. Abrió la maleta y en cuánto lo hizo empezó a mirar su ropa, escogió lo que se pondría ese día. Entró en el baño y tras cambiarse de ropa y peinarse el pelo, salió de nuevo. Cogió un café y empezó a beberlo a tragos cortos. Quemaba. 

Sam y Dean ya estaban listos, ambos con sus respectivos trajes. La joven trató de ignorar cómo las prendas se amoldaban a la perfección a sus figuras escondiéndose tras el envase del café.

Sam la observó unos segundos, su mirada se paseaba desde su pelo hasta las cómodas sandalias plateadas que se había puesto en los pies. Dean miró primero a su hermano y luego siguió la dirección de su mirada hasta llegar a ella. 

¿Qué les pasaba a aquellos dos? 

-Ya podemos irnos, si ya estáis preparados 

Sam carraspeó saliendo de su repentino shock. 

-Perdona, es que estás... diferente 

Dean cogió su chaqueta con una sonrisa de medio lado pegada a sus labios. 

-Lo que Sam intenta decir es que estás preciosa -dijo haciendo que un sonrojo asomara a sus ojos- 

-¿Porqué no te pones vestidos más a menudo? -preguntó el menor de los Winchester mientras caminaban hasta el coche- 

-No me siento cómoda con ellos, me da la sensación de que puedo perderlo en cualquier momento -dijo riéndose nerviosamente- 

Dean pensó que no le importaría que la prenda decidiera caerse

Sam pensó que su risa era lo más bonito que había escuchado en toda su vida

-Entiendo -dijo este último sonriéndole- 

Dean arrancó el Impala y salieron de camino al número 31 de la calle Rockwell. 


POV SAM

Observé cómo la falda del vestido se movía con el viento de camino al coche. Me di una bofetada mental por haberme quedado tan impactado delante de ella. Normalmente sus conjuntos eran muy parecidos a los nuestros : traje, o si no unos pantalones camiseta negra, blanca o gris y una camisa de franela sobre los hombros. 

Ese día estaba distinta de un modo positivo. Entramos en el coche de camino a resolver un caso. Decidí centrarme en ello, era lo mejor.


POV DEAN

Reuní todo el autocontrol que pude para no comérmela con los ojos. No entendía porqué no se había puesto un vestido antes, cuando le quedaban como una segunda piel. El vestido era negro hasta la rodilla, sin escote para mi desgracia. La visión de sus piernas kilométricas ya era demasiado para mi. 

La tela se pegaba a los lugares adecuados acentuando la curva de su pecho y de su cadera. Todo ello le daba un aspecto aniñado, cortesía del TDHA. Una vez nos explicó a Sammy y a mi que el TDHA te hacía parecer más joven, ya que los rasgos de la cara digamos que se "estancaban". De manera que parecía una adolescente de 16 años, cuando en realidad tenía 20. 

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora