Esta será una recopilación de shots, algunos largos y otros cortos, en los que sucederán cosas desde ir de cacería con los Winchester hasta revivir en el cielo al lado de Castiel, también bajarás al infierno con Crowley y quizás y digo solo quizás...
Dean y yo nos habíamos puesto de acuerdo en que era hora de ayudar a que Sam venciera su miedo a los payasos, y para ellos habíamos ideado un plan. El se había ido a comprar al supermercado unas cosas que necesitábamos y en ese tiempo que el estuvo fuera, el rubio y yo hemos conseguido que el búnker se parezca lo más posible a una película de Tim Burton.
Lo hemos adornado con cintas de colores oscuras, además de comprar payasos de todos los tamaños. Algunos los hemos escondido y otros están desperdigados sin ningún orden por toda la estancia.
-Vale, ya está todo listo -dijo frotándome las manos, como si fuera a hacer un truco de magia, miré de reojo al cazador- ¿Crees que saldrá bien?
-Supongo que si -respondió este- Sammy es fuerte, Iris. Estuvo encerrado con Lucifer en una jaula. En el infierno -dijo moviendo la mano en un gesto tranquilizador- estoy seguro de que podrá soportar unos cuántos payasos de mentira
-Ya pero aún así... -me quejé- estoy preocupada por él ¿Y si no se lo toma bien?
-Es imposible que Sam se tome mal algo de lo que hagas -susurró dirigiéndome una sonrisa- te quiere muchísimo, más de lo que supongo que te ha dicho
-Vale -sonreí- entonces escondámonos, no creo que falta mucho para que vuelva
Varios minutos después, la manivela de la puerta del búnker se abrió dejando entrar la luz del día. Dean me dirigió una mirada de reojo y asintió con la cabeza al ver a su hermano bajando las escaleras con tiento.
Estaba dentro.
Todo estaba a oscuras. Habíamos apagado las luces para darle más dramatismo al asunto. Escuchamos como intentaba prender las luces, sin éxito. Dean había cortado la corriente, solo para el tiempo que durase esa especie de yincana.
-¿Dean, Iris? -preguntó a la oscuridad, por supuesto nosotros no dijimos ni una palabra-
Al ver que no respondíamos, le vimos encender una linterna y empezar a avanzar por la estancia con lentitud. Realmente lo estaba pasando mal por él. Le conocía demasiado bien, tanto como para identificar sus movimientos, y la razón por la que caminaba tan despacio era porque pensaba que quizá había algo allí con nosotros, algo no humano.
Eso, o que nos habían secuestrado o algo parecido, lo cuál en principio sería imposible, ya que el búnker estaba protegido por un montón de trampas contra todo tipo de criaturas (dibujadas por nosotros mismos con spray rojo y negro) y por multitud de hechizos (cortesía de Rowena).
-Vale chicos esto no tiene gracia -dijo al aire- se que estáis ahí, puedo sentir vuestros ojos observándome
-Mierda -susurré apretándome contra la pared tras la cuál estábamos escondidos- ¿Cómo lo sabe?
-Nuestro padre era un cabrón, pero uno de los mejores cazadores que haya habido nunca -susurró el rubio cerca de mi oído-
Asentí dándole la razón, había tenido la oportunidad de conocer a John Winchester cuando los hermanos y yo viajamos al pasado, y podía confirmar que era un completo y absoluto capullo.
-¡Joder! -se quejó Sam dando un bote hacia atrás, asustado-
El primer payaso había hecho su aparición.
-Vale, muy gracioso -dijo, y siguió avanzando-
Dean y yo nos movimos a la par que el iba avanzando y vimos como el resto de las maquetas que habíamos instalado formaban un círculo alrededor de Sam. Al principio miró a todos lados con el terror instalado en su rostro, pero al cabo de unos segundos inspiró hondo con fuerza y los miró como si pudiera matarlos solo con el poderoso brillo de sus ojos azules.
-Dean -murmuré dándole con el codo en el estómago- ya puedes subir los plomos
El me hizo el gesto del pulgar hacia arriba y se acercó al panel de la luz, al lado de la escalera. En cuánto se encendieron, el moreno se giró bruscamente para ver quién había sido y se relajó un poco cuando vio a Dean. Después dirigió su mirada hacia mi, a la vez que señalaba a su alrededor.
-¿Tú has hecho todo esto? -preguntó mirándome fijamente-
-Bueno, Dean me ha ayudado a montarlo todo -dije lanzándole una mirada de reojo a su hermano- pero si -confesé mirándolo con delicadeza, no sabía como se lo había tomado aún por tanto iba con pies de plomo- quería que dejaras de tener miedo de los payasos -señalé las maquetas- y pensamos que esto podría ayudar -hice una pausa encogiéndome de hombros- ¿Lo ha hecho, o solo lo ha empeorado más? Si es lo segundo lo siento mucho, Sam no era mi intención...
-Ha funcionado -dijo esbozando una de sus encantadoras sonrisas-
-¿No estás enfadado? -cuestioné, el negó con la cabeza-
-No, ¿Porqué, debería? -cuestionó y esta fui yo la que negué con la cabeza-
-No es que... -sacudí la cabeza- da igual, me alegro de que haya funcionado
El se acercó para darme un abrazo, y observé a Dean por encima de su hombro mientras articulaba con los labios un "te lo dije".
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