"HOW DID YOU GET HERE?"

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-Amo al diablo 

Dean se encontraba en un motel de la ruta 66 durmiendo, como todos los días. Cómo no, soñaba que estaba en un bar de striptease. Frente a él una chica morena de ojos azules bailaba seductoramente con un traje rojo de diablo que dejaba poco a la imaginación. Otra chica vestida de ángel se acercó a la primera y ambas empezaron a moverse mientras el las observaba recostado en un sofá del color de los ojos de los demonios. 

Les mostró a ambas la mejor de sus sonrisas. De pronto ambas desaparecieron y una nueva persona apareció en su lugar. Dean parpadeó tratando de despertar en el mundo real pero no lo consiguió. 

-Hola Dean -saludó la joven frente a él-

-Haniel ¿Cómo has entrado en mi mente?

Se señaló abriendo mucho los ojos 

-Soy un ángel 

-Es verdad, a veces se me olvida que podéis hacer estas cosas -se disculpó observándola de nuevo- ¿A qué has venido?

-Necesitaba verte -dijo bajando la voz- creí que este era el mejor lugar 

-¿Porqué? -preguntó el cazador- 

-Los de arriba me metieron en prisión y me escapé, el resto te lo puedes imaginar 

Dean ladeó la cabeza convencido con su explicación. Posó los codos en las rodillas inclinándose hacia delante.

-¿Porqué querías verme?

-Te he echado de menos 

Dean sonrió recordando como se conocieron. Cas acababa de revelarse contra el resto de los ángeles al unirse a ellos para matar al diablo y ella era una de las ángeles que lo apoyaba, por eso no le caía bien al resto de los idiotas con alas. 

Después de eso se dedicaron a investigar formas de matar a Lucifer y... bueno digamos que ellos investigaron a fondo. Muy a fondo.

-¿Es eso cierto? -dijo mientras la observaba desde su lugar-

-Si -confirmó observando los tentadores labios del cazador- 

Dean pasó los brazos por detrás de sus piernas haciéndola caer hacia delante, sobre su regazo. 

-¿Porqué no me lo demuestras? -susurró sobre su oído- 

Su tono había cambiado. Ahora era suave y profundo. Haniel observó sus ojos y se estremeció de ver lo que encontró allí. El ángel presionó los labios contra los suyos mientras sus largos dedos acunaban su mejilla. Deslizó las manos bajo su camiseta sintiendo su calor y los músculos duros bajo la tela. 

Dean se inclinó sobre ella y empezó a quitarle la ropa lentamente a la par que observaba cada centímetro de piel expuesta con una mirada depredadora. Como si quisiera devorarla. Mientras sus besos bajaban desde su cuello hasta su pecho, Haniel se preguntó porqué razón en el cielo no les enseñaban estas cosas. 

Seguramente sería porque a su querido padre no les gustaría que desarrollasen sentimientos humanos como el placer o el deseo. Lo cuál no entendía porque lo que estaba sintiendo en esos momentos no se parecía en nada que hubiera sentido antes.

Dean quitó la ropa con un rápido movimiento mientras Haniel se deshacía de la suya. El ángel era prácticamente nuevo en lo que al sexo se refería, desde que cayó lo había hecho dos veces así que se dejó hacer. Se estremeció cuando las grandes manos del cazador se clavaron en el interior de sus muslos, abriéndola para él. 

El ángel le besó a la que vez que sentía como sus dedos se movían de manera circular en su interior. Tiró la cabeza hacia atrás disfrutando de la sensación de deliciosa presión que ejercían sus dedos al entrar y salir de ella una y otra vez. De pronto paró y ella levantó la cabeza confundida. 

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora