"IT CAN BE WHATEVER YOU WANT DARLING"

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Dean abrió la gruesa puerta de hierro y empujó al demonio para que entrase. Observó la estancia con atención y giró la cabeza para mirar al cazador.

-¿Qué es esto, una especie de mazmorra sexual? 

El sonrió mientras la sentaba en la silla que había en el centro de la habitación, pintada sobre una trampa para demonios. Le ajustó los grilletes en manos y piernas.

-Puede ser lo que tu quieras que sea cariño -respondió el siguiéndole el juego-

Ella se quedó callada y observó los grilletes de sus manos 

-¿Porqué me has traído aquí, Winchester? -escupió su nombre con asco-

El cogió otra silla y la colocó delante de ella. Se sentó apoyando los codos en las rodillas.

-Tú sabes porqué -la señaló- dime donde está el profeta y te dejaré marchar 

-¿Y porqué crees que lo tenemos nosotros? -inquirió ella- Quizá lo tengan los ángeles, tu y yo sabemos que son unos idiotas con alas 

El cazador asintió con la cabeza dándole la razón. Aun así, no se dejó convencer. Nora había escuchado muchas historias sobre los hermanos. Eran el tema de conversación más popular escaleras abajo, por lo que todo el día estaban oyendo comentarios despectivos y de elogio hacia ellos. Estos últimos no duraban vivos demasiado tiempo.

Crowley no era partidario de dejarlos vivir.

-Tienes razón -accedió él- pero ¿Porqué iban a querer los ángeles a un profeta? 

-Porque aunque sean ángeles no pueden leer su palabra sin un profeta, imbécil -explicó el demonio, los ojos del cazador refulgieron con rabia- créeme cuando te digo que nosotros no le tenemos, sabemos su nombre pero no está en el infierno

Dean lo sopesó unos instantes fijando su mirada en ella 

-Dame una buena razón por la que debería creerte 

-Porque puedo ayudaros -dijo- sé leerla 

Dean la miró sorprendido 

-Eso es imposible 

Ella sonrió de medio lado

-Nada es imposible -hizo una pausa- la antigua dueña de este cuerpo se sacó la carrera de teología con matrícula de honor -explicó- y adivina cuál era una de las asignaturas

-Enoquiano -dijo el sin poder dar crédito a lo que estaba escuchando-

-Exacto -dijo ella- Entonces ¿Significa eso que me dejarás ayudaros?

-Si -accedió- pero es no significa que confiemos en ti

-Por supuesto -dijo ella con una sonrisa- 

Dean se levantó y salió de la celda para buscar a su hermano. Tenían mucho de lo que hablar.


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