"THE PERIOD"

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POV : Gabriel es tu ángel de la guarda y te enamoras de él al igual que él lo hace de ti.

Inma dormía en el sofá del motel donde Sam, Dean y ella estaban investigando un caso, esta vez en la pintoresca ciudad de Wisconsin.

Aunque nuestra protagonista dormía profundamente, ya que eran las tres de la madrugada, algo la hizo despertarse de improvisto.

Abrió lentamente los ojos chocando con la figura de un hombre de complexión delgada y ojos color miel. Su primer instinto fue alargar la mano hacia el cuchillo contra demonios que guardaba debajo de la almohada. Y así lo hizo, en cuanto las yemas de los dedos rozaron el mango de este, se sintió más segura.

Lo colocó frente a su pecho con una mano levantada apuntando hacia él a pesar de que no podía verlo bien y eso le emocionaba y aterraba a partes iguales.

-No vas a necesitar eso -su voz salió de la oscuridad clara y concisa-

-No vas a necesitar eso -su voz salió de la oscuridad clara y concisa-

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-¿Quién eres?

-Gabriel

Esta abrió los ojos sorprendida mientras bajaba lentamente el arma.

-¿El arcángel?

-El mismo -confirmó este dejándose ver al fin-

Inma repasó su rostro con cautela. Más que un ángel parecía un demonio con sus pícaros rasgos y la sonrisa torcida.

-¿Castiel está bien? -preguntó ella temerosa de que su amigo estuviera en problemas-

Gabriel se limitó a mover la mano, restándole importancia

-Relájate, tu plumoso amigo está bien 

-Entonces ¿Por qué estás aquí?

-Porque soy tu ángel de la guarda, y es mi deber protegerte

-Pues de momento no te necesito, estoy perfectamente

El arcángel arqueó una ceja

-Permíteme que lo dude

Ella se encogió de hombros a la vez que le devolvía la mirada

-Es la verdad

Este la miró de nuevo y se encogió de hombros

-Está bien, entonces supongo que me puedo ir, si me disculpas...

Al momento ella se acordó de algo en lo que le podía ayudar. No podía creerse que fuera a decírselo. 

-¡Espera! En realidad si que hay una cosa

El arcángel se volteó mirándola de nuevo. Extendió los brazos a ambos lados de su cuerpo.

-Soy todo oídos

-Creo sinceramente que intentas ponerme en ridículo

Gabriel abrió los ojos sorprendido, con la esperanza de haberlo oído mal

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora