"MY ANGEL"

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POV : Castiel acaba de absorber las almas del purgatorio y no es él mismo. Sam, Dean y tú intentáis que vuelva en sí


María veía como las almas entraban en Castiel sin poder hacer nada tendida en el suelo demasiado cansada como para moverse. Al otro lado de la habitación Dean se apoyaba en la pared a duras penas, sangre saliendo de su frente y de su labio partido.

Sam unos pasos más allá empezaba a despertarse parpadeando ante la gran cantidad de luz, debido a la cantidad de poder que el ángel estaba absorbiendo. Dean le miró y gritó con las pocas fuerzas que le quedaban.

-¡Cass, para detén esto hombre!

La luz fue menguando de intensidad hasta dejar ver a Cass en el centro de la habitación. Se miró las manos como si no las hubiera visto nunca y miró a Dean con una sonrisa de suficiencia en el rostro.

-Lo siento Dean, ya está hecho

-¡Mierda Cass! -exclamó este frustrado-

Castiel se paseó por la habitación con la daga angelical en la mano dando pequeños golpecitos con ella en la palma de su mano.

-Tenéis dos opciones : os arrodilláis o morís, vosotros elegís

María se quedó petrificada incapaz de reaccionar, este no era el Castiel que ella conocía. Una sonrisa triste apareció en su rostro mientras caía de rodillas en el suelo ante él. Sam y Dean la miraron alarmados. El ángel no se inmutó y miró a los hermanos todavía en pie.

-¡Cass! ¡Basta! Hablemos -dijo Sam, siempre intentando dialogar- 

Castiel le dirigió una mirada con sus ojos azules ahora fríos como el hielo

-No tengo tiempo para charlas, humano -escupió la última palabra como si fuera veneno haciendo que lágrimas de rabia corrieran por las mejillas de María- 

-¿Y qué se supone que vas a hacer Cass? Mira a tu alrededor amigo, ¡Ya está todo hecho una mierda! ¿Y quieres empeorarlo aún más?

Dean observó a su amigo con frustración, no soportaba verle así, ver lo que se había hecho a sí mismo por culpa de su ridícula alianza con el rey del infierno.

-Voy a ser dios Dean -ladeó la cabeza hacia María- uno mejor, me aseguraré de cumplir con mi deber

Y con un batir de alas, desapareció. Dean se llevó las manos a la cabeza y gritó.

-¡Cass! ¡Cass! ¡Mierda!  -dijo pegándole una patada a una mesa metálica- 

Sam estaba apoyado en la pared con una mano sujetándose la cabeza, María corrió a su lado y le ayudó a levantarse. 

-¿Estás bien?

Un gesto de dolor atravesó su rostro, pero asintió de todas formas. Dean se acercó a ellos nervioso.

-Tenemos que encontrarle 

María puso una mano en su hombro para tranquilizarlo

-Y lo haremos Dean, ahora volvamos al motel necesitamos curarnos y descansar

Una vez allí curaron sus heridas y después de comer y dormir un rato se pusieron a buscar cualquier cosa o pista que les ayudase a encontrar/ solucionar el problema de Cass.

María se fue a su habitación. Necesitaba unos momentos a solas. Ver a Castiel de esa forma había sido devastador para todos, pero más para ella. Ahora que parecía que ambos empezaban a conectar se había ido todo a la mierda.

Se aseguró de pintar debajo de la cama un círculo protector contra ángeles. Le dolió hacerlo, pero no les quedaba otra, tenían que protegerse lo más que pudiesen. Después de terminar el círculo se sentó en la cama y miró hacia el techo. Suspiró.

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