"YOU MEAN THIS?" (PARTE 1)

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Alex revolvió su habitación entera buscando su diario. Juraría que lo había dejado bajo la cama, como siempre que escribía en él, pero no estaba ahí. Se echó las manos a la cabeza mientras miraba en los armarios y en todos los lugares en los que pensó que podría estar. No lo encontró. 

Salió al largo pasillo del búnker encontrándose con Sam, que en ese momento también salía de su habitación. 

-Hola -saludó el asintió en respuesta-

Frunció el ceño

-¿Estás bien? -preguntó y ella negó con la cabeza-

-La verdad es que no -explicó- no encuentro mi diario

-Quizás esté en la mesa junto con los demás libros 

-¿Porqué iba a...? -se detuvo cuando lo recordó- oh vaya -le miró- iré a revisarlo, gracias

-De nada -dijo desapareciendo por el pasillo-

El día anterior habían cenado pizza y Dean había comido su habitual trozo de tarta. El problema, es que había traído también, como siempre hacía, una caja de botellas de cerveza. Nunca la había probado, pero ayer le apetecía ver a que sabía y porqué los Winchester bebían una siempre que podían. Recuerda que bebió una y como le gustó tomó otra, luego no se acuerda de nada. Resopló cada vez más nerviosa y miró sobre la mesa de madera donde se ponían a investigar. Había varios libros allí colocados ordenadamente. 

-¿Buscas algo?

La voz grave de mayor de los Winchester la hizo levantar la mirada hacia él. Sus ojos verde menta la observaban a la espera de una respuesta. Ella cruzó los brazos sobre el pecho nerviosamente. No le gustaba que le mirase de aquella forma, como si pudiera desnudar su alma solo con una mirada. Le ponía los pelos de punta. 

Dean siempre estaba guapo pero ese día superaba a todos los demás. Llevaba una camiseta azul ajustada, lo que significa que Alex tenía una visión privilegiada de sus fuertes brazos apretándose contra la tela de la prenda. Tragó saliva con fuerza cuando se levantó para dejar un libro en la estantería delante de ella.

Esos pantalones vaqueros le hacían un culo espectacular. Lo observó unos segundos paseando la mirada entre su ancha espalda y la parte trasera de su cuerpo. Se dio la vuelta de improvisto interrumpiendo su repaso. Un leve sonrojo asomó a sus mejillas cuando sonrió, como si supiera exactamente que estaba haciendo.

-No has respondido a mi pregunta -dijo volviendo a sentarse en la mesa frente al ordenador-

-Si. Busco un libro pequeño forrado de verde ¿Lo has visto por ahí? Es muy importante para mi 

El se lo pensó unos segundos. Abrió uno de los cajones secretos de la mesa y sacó su diario. Lo sostuvo frente a ella mientras observaba su reacción.

-¿Te refieres a este? 

Ella lo cogió de su mano con rapidez apretándolo contra su pecho 

-¿Porqué lo tienes? -hizo una pausa estremeciéndose de pies a cabeza- No lo habrás leído ¿Verdad?

-No -respondió inocentemente- ayer después de tu tercera cerveza lo trajiste de tu habitación y empezaste a escribir en él -explicó- cuando te quedaste dormida lo guardé en este cajón, del cuál solo yo sé la combinación, para dártelo cuando estuvieras sobria 

La joven se relajó un poco y asintió con la cabeza

-Eso es muy considerado por tu parte Dean. Gracias.

Este asintió con una sonrisa en sus rosados labios

-No hay de qué 

Tras eso, Alex volvió a su habitación y escribió una nueva entrada en su diario :

                                               Querido Diario:

                                                 Ayer no te cuidé bien y Dean te mantuvo en un cajón toda la noche por                                                     mi culpa, aunque por otra parte ha sido muy amable al cuidarte hasta                                                        que volvieras a mi. Entre tú y yo, creo que si que te ha leído. No me fio                                                         de él, y menos cuando pone esa sonrisita de autosuficiencia en su cara                                                      indicando que esconde algo, o que ha hecho algo malo. Sinceramente                                                      me da igual que te haya leído, solo espero que no haya leído ESAS                                                                páginas. Tu ya sabes a cuáles me refiero. Prometo que a partir de                                                            ahora  te cuidaré mejor y te mantendré alejado de manos y miradas                                                             indiscretas.

                                                            

                                                               Alexandria 



Alex dejó el diario bajo la cama de nuevo. Se vistió y se despidió de los hermanos diciendo que iba a la tienda. Necesitaba una caja fuerte para su posesión más preciada. Mientras tanto, Dean no paraba de darle vueltas a lo que había leído ayer por la noche. 

Las páginas en las que Alexandria hablaba de lo que quería que le hiciera con la boca, con los dedos, y por último y no menos importante, con su polla. Recordaba perfectamente el final de esa entrada :


                                                                                     No se que pensaría Dean si leyera esto (cosa que jamás                                                                     va a suceder) me da mucha vergüenza pensar así de él, pero                                                          cualquier persona con ojos en este mundo desearía estar con una                                                    persona como Dean Winchester. O al menos tener una "noche loca" con él. Es un alivio que mi terrible secreto solo lo sepamos tu y yo diario, porque si no me moriría de la pena. No puedo imaginar que pensaría él si una virgen como yo pensara esas cosas tan gráficas de él. Es algo que me da mucho respeto,  y que por supuesto no voy a mencionar nunca en voz alta. 


Al contrario de lo que ella pensaba, lo cuál era lo que plasmaba en esas páginas, Dean no se sentía ni mucho menos incómodo sino todo lo contrario. No quería presionarla en ningún aspecto, así que seguiría hablando con ella como siempre había hecho.

Aunque en realidad estuviera anhelando que ella se lo pidiera. Solo de pensarlo sonreía como un imbécil. Bebió un trago de whisky del vaso que se había preparado antes, dándole vueltas a todo ello. La puerta del búnker chirrió abriéndose, dejando ver a Alex que acaba de volver de comprar lo que parecía una caja fuerte.

-¿Vas a esconder algún mensaje? -preguntó señalando la caja-

-No -sacudió la cabeza- es para algo más importante que eso 

-Entiendo -asintió el-

Ambos se miraron unos segundos. Alex carraspeó rompiendo el momento, desapareció rápidamente por el pasillo con la caja en las manos. 

Dean sonrió recostándose en la silla. Esto iba a ser divertido.














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