"WHAT YOU MEAN, YOU DON'T KNOW?"

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-Cas repítemelo por favor, esta vez más despacio 

Cas me observó apesadumbrado antes de hablar con delicadeza

-No sé donde está, de alguna manera es como si lo hubiera perdido 

-¿Qué quiere decir eso? -me giré hacia Dean, las lágrimas corriendo por mis mejillas- ¿Qué quieres decir con que no lo encuentras? No lo entiendo -dije- hace una hora estaba aquí con nosotros y ahora, ahora... -sollocé y caí de rodillas al suelo, Dean se apresuró a agacharse a mi lado mientras Cas observaba la carretera desierta frente a nosotros-

-Tranquila -dijo Dean masajeándome el pelo- todo va a salir bien, es fuerte, lo encontraremos 

-Espera -dijo Cas de pronto mirando a todos lados- siento... -cerró los ojos concentrándose-

-¿Qué sientes, Cas? -preguntó Dean mirándolo con atención-

-Le siento de nuevo -abrió los ojos y nos observó de nuevo- Sam está aquí 

-¿Cómo que está aquí? -pregunté levantándome del suelo- aquí no hay nadie ni nada

-Tiene razón -intervino Dean- quizá tus poderes angelicales estén fallando amigo 

-Mis "poderes" no fallan, Dean -dijo Cas haciendo el gesto de las comillas con los dedos- no son como el mando de la televisión, no pueden estropearse

-A menos que alguien esté interfiriendo con ellos -sopesé, ambos se giraron hacia mi-

-¿Qué quieres decir? -preguntó Cas-

-No lo sé, quizá a alguien no le interese que sepamos si Sam está... -tragué con fuerza, no era capaz de decir esa palabra, era demasiado dolorosa-

-Sam no está muerto -declaró el ángel muy seguro de ello- puedo sentirlo -insistió- está cerca..

De pronto se oyeron unos pasos acercándose a ellos. Dean apuntó con la Colt hacia la oscuridad, mientras yo sacaba mi machete y Cas se ponía a nuestro lado, listo para atacar si fuera necesario.

Los faros del Impala arrojaron luz sobre la figura desconocida. Subí la mirada hacia su rostro con lentitud. Me llevé la mano a la boca y sollocé de puro alivio. Era él, era Sam.

Dean y Cas no se movieron de sus lugares, pero yo no pude evitarlo y salí corriendo hacia él. En cuánto me vio su rostro se iluminó y me cogió de las caderas a la vez que ponía las piernas alrededor de las suyas como un koala. 

Me abrazó con fuerza. Sentí como volvían a correr lágrimas por mi rostro, esta vez de alivio y de felicidad porque el estuviera sano y salvo, y lo que era más importante, con nosotros.

-Creía que te había perdido -murmuré contra su nuca- no vuelvas a hacer esto, nunca ¿Me oyes, Sam Winchester? 

El se rio contra mi oído a la vez que depositaba un beso en lo alto de mi cabeza

-Te lo prometo -dijo separándose de mi, me observó un momento antes de decir- Dios, cuánto te he echado de menos 

Sonreí cogiendo su rostro entre las manos y me acerqué para darle un beso en los labios que el me devolvió dejándome con ganas de más.

-Y yo a ti cariño -dije paseando las manos por su pelo- no puedo esperar a llegar al búnker para demostrártelo 

-Está bien, siento interrumpir vuestro numerito a lo Pretty Woman -dijo Dean haciéndonos sonreír- pero ¿Podemos irnos a casa ya? Esta carretera está empezando a darme mal rollo

-Claro Dean -dijo Sam entre risas, me bajé de su cuello para que pudiera caminar-

Cuando todos estuvimos metidos en el Impala y el espacio solo lo inundaba la música de ACDC sonando a un volumen prudencial, Cas lanzó una pregunta al aire como quién no quiere la cosa.

-Dean -dijo llamando la atención del conductor, quién lo miró a través del retrovisor- ¿Puedes explicarme que ha pasado antes entre Sam y Sena?

Irremediablemente, todos nos echamos a reír mientras un confundido Castiel nos observaba desde su asiento.

-¿He dicho algo gracioso? -preguntó frunciendo el ceño-

-Para nada, Cas -le tranquilizó Dean- te lo explicaré cuando lleguemos 

Después de esa pequeña charla me acurruqué contra el pecho de Sam. Una sonrisa se formó en mi rostro al notar su corazón palpitando contra mi mejilla y supe que mientras los cuatro estuviéramos juntos, todo iría bien.


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