SUPERNATURAL SHOTS

"WE HAVE TIME"

Elisabeth regresó a su habitación de motel, tras un largo día siguiendo el rastro de un dragón, en Palm Springs. Se dejó caer sobre el colchón agotada. Respiró unos instantes tratando de calmase. Después fue al baño y se lavó la cara con agua fresca. Un suspiro salió de sus labios disfrutando del aire frío en su rostro. 

Se secó y volvió a sentarse en la cama. Miró la hora en su reloj de pulsera y se dio cuenta de que llevaba sin comer nada desde el mediodía. "Debería ir a por la cena" se dijo. Se disponía a ir a la hamburguesería que había tres calles más allá del motel, cuando su móvil vibró en el bolsillo de sus pantalones vaqueros. 

Lo sacó y observó en nombre en la pantalla. "Dean Winchester". Descolgó sentándose de nuevo con una sonrisa radiante en el rostro. 

-Hola Dean -dijo contenta, sus llamadas siempre hacían que le subiera el ánimo-

-¿Cómo está mi cazadora favorita? 

Ella se rio antes de contestar 

-Está bien, cansada pero bien

-¿Has conseguido localizarlo? -preguntó refiriéndose al dragón-

Ella se frotó los ojos con la mano. 

-He estado todo el día siguiendo su rastro, pero al final siempre se desvanece en un punto concreto dejándome otra vez en la casilla de salida 

Escuchó como Dean se acomodaba sobre lo que parecía una silla al otro lado de la línea 

-Si quieres puedo hacer unas llamadas 

-¿A quién a Hogwarts? -preguntó haciéndole reír-

-O a Daenerys Targaryen -replicó entre risas-  

-Lo más probable es que salieras chamuscado, y no quiero que eso pase -respondió ella notando la sonrisa del cazador al otro lado sin necesidad de verlo- 

-¿Eso que percibo en tu voz es preocupación? -preguntó divertido- 

-Eres mi novio Dean, mi deber es preocuparme por ti 

-Lo sé -susurró- yo también me preocupo por ti. Mucho 

El doble sentido implícito en su tono de voz le hizo preguntarse que estaba tramando el mayor de los Winchester.

-¿En qué estás pensando? -preguntó apoyando la espalda contra el cabecero de la cama- 

-Bueno -empezó- Sam ha salido a por la cena, y le he pedido que vaya a nuestra pizzería favorita, que como sabes está a las afueras de la ciudad -hizo una pausa, su voz se tornó ronca cuando dijo- así que tenemos tiempo 

-¿Tiempo para qué? -preguntó picándole- 

-Para que te demuestre cuánto me preocupo por ti 

Dean y Elisabeth llevaban saliendo 5 meses, y a pesar de ello la joven no podía evitar seguir sonrojándose cuando el utilizaba ciertas palabras o expresiones cuando estaban juntos. 

-Está bien -accedió entrando en su juego- dime qué quieres que haga 

-Quítate los pantalones -susurró demandante- 

Elisabeth no podía negar que no le gustaba cuando se ponía en plan mandón. Lo hizo, dejándolos a un lado sobre la cama. 

-Ya 

-Vale -dijo- últimamente he pensado mucho en una cosa desde que te fuiste ¿Quieres saber que es? -preguntó y ella asintió con la cabeza, y aunque el no podía verle como su lo hubiera percibido siguió hablando- 

-Cada vez que tengo la mente en blanco, mi mente reproduce una y otra vez los sonidos que hacías cuando me enterraba dentro de ti -hizo una pausa- me paso día y noche recordando el suave tacto de tu pelo en mis dedos cuando tiraba de él hacia atrás para besar ese hueco en tu cuello que se que te hace suspirar