"FORGIVE ME FOR MY SINS"

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-Buenas tardes, soy el padre Simmons, él es el padre Frehley y ella es la hermana Taylor ¿Podemos pasar? 

Sam, Dean y Stacy llevaban un caso en un pueblo a las afueras de Indiana. Sam había sugerido que nos hiciéramos pasar por curas, ya que la familia estaba destrozada y si íbamos con las placas del FBI no querrían hablar con nosotros. Mientras estábamos en el búnker preparándonos no pude evitar mirar a Dean más de lo debido. Más que un cura lo que parecía era alguien con quién querrías pecar. Por su parte, Sam se había peinado el pelo hacia atrás, por lo que también estaba muy guapo. 

Entramos en la casa y nos recibieron una mujer de mediana edad junto un señor que le sostenía la mano con firmeza. Nos dijeron que nos sentáramos y aceptamos de buen grado. 

-Señora Fahey, sentimos mucho su pérdida 

-Gracias padre -dijo la señora sollozando con tristeza- 

-Ahora más que nunca todos somos hijos de Dios -dijo Dean y tuve que hacer un esfuerzo para no reírme- 

Dean no creía en Dios y el hecho de que dijese aquello me daban ganas de reír hasta quedarme sin aire. Pero me contuve y miré a los familiares del fallecido con tristeza.

-No se preocupen, David está ahora en un lugar mejor, Dios cuidará de su alma

-Amén -dijeron ellos y yo asentí con una sonrisa tranquilizadora- 

-Señores ¿Podrían contarnos como era David? -preguntó Sam con su característico tono de voz suave y su mirada comprensiva- 

-David era... el mejor, era un niño muy comprensivo y amable, nunca se metía con nadie 

-Entiendo -asintió Sam-

Dean preguntó : 

-¿Dirían que tenía algún enemigo? -dijo y los padres le miraron con extrañeza-

-No le entiendo ¿A qué se refiere? 

Me adelanté antes de que Dean se fuera de la lengua. 

-Creo que lo que el padre Simmons intenta decir, es si algún niño de la escuela se portara mal con él 

-No, todo era muy normal, nadie se metía con él y él no se metía con nadie 

Asentí y miré a Sam que asintió con la cabeza levantándose 

-Muchas Gracias por su tiempo 

De vuelta en el búnker nos sentamos en torno a la mesa para hablar de la situación.

-Tenemos que investigar el terreno de la casa, lo que hubo antes allí -dijo Sam-

-Y los antepasados de la familia, para descartar un espíritu vengativo -dije- 

Dean agarró el portátil y Sam el otro mientras yo miraba los libros para ver si podían arrojar algo de luz sobre la historia del pueblo. 

-He encontrado algo -dije dejando el libro en el centro de la mesa señalando una fotografía de una señora mayor- 

-¿Quién es? -preguntó Dean- 

-Es Teresa Fahey -respondí y Sam me miró curioso-

-La madre de la señora Fahey, aquí dice que desapareció sin dejar rastro, un día salió a coger arándanos al bosque y no volvió. -cogí una foto que había encontrado en otro libro, era de los Fahey, señalé la casa- 

-Es la casa en la que hemos estado -dijo Sam- 

-Exacto 

-¿Entonces sugieres que el espíritu de la madre está en el bosque? 

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