"IT'S A JOKE, RIGHT?"

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Los hermanos eran conscientes de que tras aquel problema con los cambia formas, los cuáles adoptaron sus rostros para atracar un banco de Los Ángeles, el FBI les estaría buscando equivocadamente. Sam y Dean ya habían tratado con este tipo de personas antes, personas a las que, básicamente, si les contasen de verdad cuál era su trabajo, lo más probable es que acabasen en una celda de paredes acolchadas. 

Sabían que irían tras ellos por lo cuál, como su padre les enseñó, cubrieron sus huellas. Al parecer todo eso no había servido para nada, ya que les habían pillado de igual manera, aún no sabían como. Ambos estaban muy cabreados ya que Bella les había robado la colt, la famosa pistola que podía matar todo ser sobrenatural de un solo disparo. 

Dean agarró su teléfono y de manera nada agradable le exigió que les devolviera el arma. El problema era que Bella no solo era una cazadora, sino que también vendía objetos sobrenaturales por todo el mundo, por lo que su respuesta fue escueta cuando dijo, que la pistola estaba en buenas manos a punto de ser entregada a su comprador. 

El mayor de los Winchester le aconsejó que más le valía estar lejos de su posición, porque si no iría hasta allí y la mataría con sus propias manos. La risa de Bella se escuchó al otro lado de la línea, lo que aumentó el enfado del cazador. 

-No podréis venir a por mí Dean, ya me he encargado de eso

Este frunció el ceño sin comprender 

-¿Qué significa eso?

De pronto, un fuerte golpe tiró abajo la puerta de la habitación y varios hombres entraron en ella con sus armas, apuntándoles

-¡FBI! ¡SUELTA EL TELÉFONO Y PONTE DE RODILLAS! -dijo uno de los agentes-

Después miró a Sam que seguía allí sin entender que estaba pasando 

-¡TÚ TAMBIÉN! -gritó el mismo agente-

-Está bien, lo haremos -dijo el alce poniendo las manos tras la cabeza mientras se ponía de rodillas- 

Otros dos agentes les esposaron mientras el que había tirado la puerta abajo decía las palabras pertinentes :

-Sam y Dean Winchester estáis detenidos, tenéis derecho a permanecer en silencio, cualquier cosa que digáis podrá ser usada en vuestra contra ante un tribunal 

Los levantaron del suelo de un tirón y los llevaron fuera del motel. Fuera les esperaba un furgón del FBI y cuando abrieron la puerta, rodaron los ojos con exasperación al ver quién se encontraba en su interior.

-Los Winchester, volvemos a vernos, os echaba de menos 

Viktor Henriksen, era el oficial al mando de su caso, el mismo policía que les encerró cuando los cambia formas suplantaron su identidad. Evidentemente, Henriksen pensaba que habían sido ellos los autores del robo y desde ese día había estado buscándolos.

Ambos no dijeron nada mientras se cerraba la puerta del furgón e iban de camino a la comisaría. En cuánto llegaron les encerraron a ambos juntos en una de las celdas. 

-Definitivamente, así no es como esperaba pasar un viernes por la noche  -se quejó el rubio agitando las esposas haciendo que las cadenas tintineasen-

-Ya -respondió Sam apesadumbrado-

Era muy frustrante cuando en alguno de sus casos se topaban con personas que no creían en lo sobrenatural. La mayoría no lo hace, ya que dicen que necesitan pruebas físicas. No hay más que ver los reportajes de los Warren y a la cantidad de personas que salvaron gracias a sus conocimientos. Sam paseó las manos por el pelo esperando. Lo cierto era que no sabían que harían con ellos, pero según estaban las cosas, no podían encerrarlos. 

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora