"THE COUNSELOR"

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Cuando Isbeth miraba al nuevo ocupante del trono del cielo se sentía extraña. Dispersa y confundida eran algunos de los adjetivos que más la definían en ese momento. 

El diablo poseyendo el cuerpo del ángel Castiel había organizado una reunión obligatoria donde se daba órdenes a los ángeles allí convocados y ellos las ejecutaban sin vacilar.

Pero ella no era de esas

Ya no

Llevaba demasiado tiempo siendo manipulada y estaba harta.

El diablo se cruzó los brazos sobre el pecho de manera arrogante, siempre con su habitual postura desafiante.

-Oye si os sentís más cómodos -sonrió- podéis llamarme Dios

Nadie respondió y Lucifer apoyó las manos sobre la mesa dando una palmada en el aire

-Bien ¿Novedades? -exigió saber de inmediato-

-Por ahora los Winchester siguen tratando de encontrar tu recipiente -susurró Jofiel con la voz temblorosa por el miedo-

-Detenedlos -presionó en una orden firme-

Todos se quedaron en sus sitio hasta que el señor de la oscuridad movió las manos con rapidez

-¡Marchaos! -rugió- 

Al momento la sala estuvo casi vacía, pero antes de que saliera el último ángel, Lucifer hizo una última broma.

-¡Y recordad! El que duda -chasqueó los dedos- se desintegra

Solo quedaban ellos dos en la sala. El arcángel la miró rodando los ojos con fastidio.

-¿Qué quieres? Deberías irte ¿No has oído lo que acabo de decir? 

-No voy a ser una marioneta más de tus juegos Lucifer -escupió ella con asco bajo su atenta mirada-

Este sonrió satisfecho aplaudiendo sarcásticamente

-Vaya, vaya, vaya pero si eres una guerrera, me recuerdas mucho a mí ¿Cómo te llamas querida? 

-Vete al infierno -dijo con odio-

-De hecho vengo de allí -replicó el con una sonrisa-

Isbeth deseaba borrársela del rostro a golpes

-El resto de ángeles piensan lo mismo pero no lo dicen porque están asustados. Yo no te tengo miedo me he cansado de vivir reprimida toda mi vida. Acechando en las sombras como un depredador esperando a su presa

-Sabes yo llevo viviendo en las sombras casi toda mi vida -empezó Lucifer- joder, mi propio padre me expulsó de mi hogar sin vacilar por un segundo y tuve que apañármelas solo -se palpó el pecho- cuando estábamos en la jaula Castiel me dijo que sí. Me dejó tomar control de él. Eso es algo que papá nunca dejó que hiciéramos : pensar y decidir por nosotros mismos porque todo forma parte de su "gran plan" que al parecer consiste en no importarle una mierda ni nosotros ni los humanos.

Todos somos peones. Simples piezas que el mueve a su antojo por el gran e infinito tablero de la existencia. Y en cuanto algo le cambia los planes lo encierra o lo destierra o hace como que no existe. Como hizo conmigo. Pero debes saber algo, yo no soy mi padre, lo que significa que tomo mis propias decisiones

-¿Y se puede saber que has elegido? -preguntó ella pensando en su convincente discurso- 

Este cruzó una pierna sobre la otra quedándose en una postura desenfada sobre el trono blanco.

Isbeth intentó centrarse en lo que iba a decir y no en el hecho de que ahora Castiel era el traje de carne de Lucifer.

Y eso le ponía nerviosa de una manera que ella no supo entender. Se cruzó de brazos esperando su respuesta.

SUPERNATURAL SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora