SLOW FAST 2ª PARTE

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-¿Qué estás haciendo? -preguntó con la voz más grave de lo normal- 

Ella solo se limitó a mirarlo mientras sin quererlo Dean se sentaba sobre la cama a su lado.

-Me gustas Dean -susurró ella paladeando su nombre con lentitud- intenté que tu hermano me hiciera caso pero no pudo ser, así que tendremos que hacerlo solos

-¿Porque haces esto? -preguntó él sin entender su propósito- 

Ella le sujetó la mandíbula entre su dedo corazón y el pulgar y sonrió 

-Porque puede Dean. Por eso y porque eres increíblemente sexy -gruño mordiéndose el labio inferior- 

-Lo haremos -accedió él mirándola con intensidad- pero con una condición 

-¿Cuál? -preguntó ella impacientemente-

-Que deshagas el hechizo 

La sirena le miró alarmada. Tragó saliva nerviosa. 

-No puedo hacerlo 

-¿Porque no? 

-Tengo miedo -confesó y el cazador la miró con ternura apoyando la palma de la mano en su mejilla- 

-Lo que sea que te pase puedes contármelo 

-¿Y si lo deshago y me ves como realmente soy y no te gusto? ¿Y si no soy como te esperas que sea? 

-Eso no va ha suceder -respondió con seriedad- deshazlo Estela, confía en mi 

Ella suspiró con nerviosismo y dejó caer el hechizo poco a poco. Dean se paró a memorizar a la persona que tenía delante. Sus ojos anteriormente oscuros, ahora era azules protegidos tras unas gafas de color verde claro que le devolvían la mirada. 

Los tatuajes que había visto antes se habían desvanecido y en su lugar había estrías que cruzaban su cintura en direcciones opuestas. Dean pasó el dedo por ellas y ella se estremeció bajo su toque. 

Dean alzó la mirada conectando sus ojos con los de la sirena. Le colocó las gafas ya que se le estaban resbalando por el puente de la nariz.

-Eres preciosa -susurró haciendo que lágrimas saliesen de los ojos de la joven- 

Ella sorbió por la nariz hablando con la voz ahogada 

-¿Todavía quieres estar aquí conmigo? 

-No me voy a ir a ninguna parte -respondió el con una sonrisa- 

Y entonces en lo que dura un parpadeo, Dean Winchester la besó y ella saboreó sus lágrimas mientras se besaban. Los besos del cazador eran todo lo contrario a como ella pensaba que serían. 

Se lo imaginaba rudo y apasionado pero en realidad era todo lo contrario : lento y comedido. O al menos por el momento

Estela le devolvió el beso y el gruñio contra su boca. Dean se separó un momento y la miró con un brillo extraño en los ojos.

 Dean se separó un momento y la miró con un brillo extraño en los ojos

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