❉| ❝Dicen que el ser humano elimina aquello que en algún momento nos hizo daño. Y si bien tú me lastimaste, nunca fui capaz de borrarte. Porque HaeNul; si hubiera sabido que las cosas serían de esta manera, hubiera guardado más de esos recuerdos en...
El descanso había iniciado hace unos segundos atrás cuando el timbre resonó por toda la institución. Luego de tomar mis cosas y salir del salón junto al rubio, decidimos encaminarnos hacia la cafetería repleta de gente.
A mi lado JiMin daba pequeños saltitos inquietos mientras que su rostro se encontraba sonriente. Eso me hizo fruncir el ceño e interrogar con curiosidad. —¿Tomaste café en la mañana?
Él posó sus ojos sobre los míos por un instante y asintió con su cabecita, mostrándose complacido ante la impresión en mi rostro.
«Genial, ahora debía aguantar a un maniático.»
Cuando JiMin bebía café algo raro pasaba en su cerebro. Usualmente se comportaba como un loco, pero con la cafeína en su sistema era como si aquel aspecto se intensificara.
—Lo supuse —el nerviosismo se notó en mis palabras.
—Kookie, deberías buscarte una novia.
Madre mía.
—¿De qué hablas? —reí con debilidad.
—¿De todas las chicas que están aquí, quién crees que sea la afortunada? —posó su dedo índice y pulgar en su mentón mientras miraba a cada rincón de la cafetería— Tal vez.... Olivia —soltó repentinamente.
—Callate y come —ordené, empujándolo lejos.
El muchacho río fuertemente y comenzó a caminar hacia una de las mesas apartadas. Al sentarnos y comenzar a degustar de nuestras comidas, decidí revisar mi celular para entretenerme.
Y en eso vi por el rabillo del ojo una figura conocida.
—Vaya, pensé que en estos dos meses ambos dejarían de ser feos, pero veo que fue todo lo contrario.
—¡Has vuelto! —vociferó Jimin saltando sobre el pobre chico que recién aparecía.
—Pensé que te quedarías toda tu vida en Australia —me burlé.
—No, soy Kim Namjoon, debo estar en Corea para cuidar de ustedes dos —despeinó nuestros cabellos con diversión.
Kim NamJoon
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Mi otro mejor amigo, completamente diferente a Jimin y a mí, siendo un chico amable y respetuoso con una inteligencia superior que te deja en blanco. Es una persona responsable pero un poquito torpe de vez en cuando; y al provenir de una conglomerado empresarial también es parte de nuestro mundo.
—¿Como te fue en estas vacaciones, Nam? —preguntó el rubio mientras el susodicho se sentaba en la mesa con nosotros.
—Dejando de lado el agotador trabajo, todo bien —mencionó bebiendo de su soda.
