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Por tí.
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Sábado, 9 de septiembre del 2023.
12:29 hrs.


¿No les ha pasado que, en ocasiones, ciertas escenas de nuestra vida se extienden con nosotros hasta provocarnos miedo?

En otras palabras: como cuando vives algo tan fuerte que, aunque el tiempo pase, te sigo afectando en situaciones similares.

Podría considerarse un trauma, tal vez no, eso va en dependencia de la circunstancia. De todas maneras, los factores son tan fuertes como para afectarnos a largo plazo.

Y lamentablemente, estaba viviendo lo mismo.

──¿Qué has dicho? ──pregunté incrédula.

──Que tendremos una cena con los Jeon esta noche.

La respuesta reiterada de mamá me trajo, otra vez, una sensación de descreencia enorme. Abrí la boca de tanto asombro, pero fui incapaz de decir algo porque simplemente no tenía ni una sola palabra.

Lo único que deseaba en ese momento era ser tragada por la mismísima tierra.

Llevé una mano a mi frente y cerré los ojos para mantenerme tranquila, lo cual era muy probable que no funcionara.

──¿Y me lo dices así sin más? ──volví a cuestionar.

──Sí... ──mamá entrecerró los ojos con algo de curiosidad──. ¿Qué tiene de malo?

«Mucho»

──Nada... Nada... ──me limité a decir. Sin embargo, joder, tenía muchas cosas clavadas en el pecho, así que no me contuve a añadir──. O bueno, sí. ¿No se supone que evitaríamos esta clase de eventos?

──Oh, hija ──mi progenitor soltó una risa algo seca, pero que para si mismo fue divertida──. Lo hemos estado haciendo desde que te fuiste, no hay ningún problema.

──Sí lo hay, padre ──el tono de mi voz cambió drásticamente, ahora era duro y helado, sin una pizca de emoción. Eso capturó la atención de ambos──. La diferencia está en que ahora yo estoy presente.

──Olivia...

──Es correr un peligro ──declaré, y no mentía──. No es una buena...

Antes de poder terminar, un golpe impactó sobre la mesa. Todo mi cuerpo dió un respingo a causa del susto, y no fui la única, pues mamá también hizo lo mismo. Mi mirada se dirigió hacia mi padre, el cual apretaba su puño encima de la madera y me observaba como lo haría alguien enojado.

En definitiva, estaba molesto.

Y sus palabras me lo confirmaron, así como también me derrumbaron.

──Ya basta con esto, Olivia Deja la paranoia y continúa con tu vida ──fue duro, muy duro. Ni siquiera se detuvo a escucharme, sólo siguió hablando──. Joder, vives constantemente en el pasado.

Escuchar esas palabras de su parte lo único que me provocó fue coraje. Apreté mi mandíbula y cerré los ojos, tratando de calmar a la fiera que tenía dentro por más difícil que fuese.

still with you • j.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora