⚘. ▎74

98 9 24
                                    

Nuestro lazo de hermandad.
╰─────╮•╭─────╯

Martes, 12 de septiembre del 2023.
14:16 hrs.

Felicidad.

Había olvidado por completo aquella emoción y lo bien que me hacía sentir.

Literalmente, desde que abrí los ojos en la mañana no había podido quitarme la sonrisa en el rostro. Y si bien parecía una estúpida para quien me viese, la verdad era que no me importaba en lo absoluto.

Estaba demasiado feliz como para preocuparme.

Mi cabeza, ahora mismo, era como un cofre de esas películas de piratas: viejo y oxidado en su exterior, pero cargando uno de los tesoros más hermosos y únicos. Dentro de él se encontraban las memorias más dulces e ilícitas que pudieran existir, y el sólo hecho de recordarlas cada maldito segundo provocaban que por un momento me desconectara de la realidad y volviera a la noche del día anterior.

“Te extrañé tanto”

“¿Alguna vez te he dicho lo mucho que amo tus labios?”

“Justo así...”

¡Maldita sea! Sentía mi corazón later con euforia como si estuviera viviendo la escena una vez más. No tenía control sobre mis emociones, mucho menos si se trataba de un momento como ese: tan dulce, sensual, candente...

Estaba a punto de volverme loca.

Aquel beso que habíamos tenido en la noche del día anterior fue... único. Había iniciado como algo lleno de ternura, amor y profundidad, sólo deleitándonos con el sabor de nuestros labios después de tanto; no obstante, aquel roce comenzó a convertirse en desesperación y anhelo, tanto que nuestras bocas fueron al encuentro de la otra sin ninguna clase de piedad.

Aún tenía el recuerdo perfecto de como se sentían sus labios contra los míos, moviéndose a un ritmo lento y profundo que, en vez de parecerme aburrido, ayudó a subirme la temperatura del cuerpo y acabar con mi poca cordura. Con la mano en mi mejilla marcó cada vaivén, tomando el completo control. Sin embargo, cuando me atreví a morder su labio tentativamente él se debilitó, permitiéndome tener el poder de los movimientos por al menos un par de segundos hasta que copió mi acto, provocándome una serie de sensaciones en cada maldita célula de mi piel.

JungKook tenía un efecto único en mí.

No supe cuanto tiempo estuvimos así. Que me besara de esa manera y tomara cada parte de mi corazón en ese momento fue suficiente para sacarme de la realidad, llevándome al mismísimo paraíso. Lo único que importaba era el nosotros: él y yo.

Y eso, más el hecho de que continuábamos en aquella sala del planetario mientras nos besábamos, siendo únicamente iluminados por las luces en el techo y con la increíble armonía de nuestros labios húmedos chocando entre sí, formaron la ambientación perfecta.

Después de aquel momento ambos conversamos un buen rato, probablemente unos treinta minutos, hasta que decidió llevarme a casa porque ya sería tarde. No obstante, cuando estuvimos en su auto volvió a tomar mis labios por unos... ¿tal vez quince minutos? No sé, sólo conozco que la sensación fue igual de increíble.

Ah, y también incluyamos el beso de despedida.

El sólo hecho de recordar cada movimiento, toque y palabra de JungKook fue suficiente para terminar conmigo.

still with you • j.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora