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❝No, estoy bien.❞
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KIM HAENUL
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Miércoles, 9 de octubre del 2019
08:13 hrs.

—Adiós, señorita Olivia. Espero que tenga un buen día.

—Usted también, adiós Carlos —hice un ademán de despedida mientras salía del coche.

Emprendiendo camino hacia el colegio pude divisar las decoraciones externas y también la sutil emoción de los estudiantes. El día de hoy era la celebración del festival escolar, mismo que por su gran importancia anual debía quedar perfecto y sin ningún tipo de problema. Mucho más porque era el momento donde la escuela se ponía en exposición hacia las demás.

Nada más puse un pie dentro del instituto pude sentir un grito a mi costado.

—¡Hoy es el festival! —Rosé saltó sobre mí—. ¿No estás emocionada? Yo sí, todo parece muy interesante. ¿Sabes?, en el año pasado hubo una sección de moda súper buena, deberíamos....

—¡Rosé! Cálmate, jovencita —llamé entre risas.

Ella sólo cubrió su rostro con ambas manos.

—Lo siento, es que realmente estoy emocionada —dió saltitos—, pues además de todo lo que dije... también vienen chicos lindos —levantó sus cejas sucesivamente.

—Estás loquilla, señorita —pegué mi codo a su brazo en forma de broma mientras dejaba salir una risita.

Pero dicha se vió detenida al observar al muchacho de cabello azabache a unos metros de mí. Este se veía realmente ajetreado, con una pila de papeles inmensa y un caminar rápido por los pasillos. Automáticamente miré a la muchacha a mi lado, quién me mostró una sonrisa que se excedía de picardía.

—Te espero en el salón —guiñó un ojo y caminó hasta desaparecer por los pasillos.

Con mi inseguridad en lo más alto, me dirigí hacia el pelinegro que aún no había notado mi presencia.

—Buenos días.

Detuvo abruptamente su caminar al escuchar mi voz, tratando de observar a través de la pila de papeles quien había llamado su atención, y en cuanto me vió elevó sus comisuras.

—Buenos días, Olivia. ¿Cómo estás? —preguntó con un dulce tono de voz.

—Bien, ¿y tú?

—Mh... bien y mal —soltó una risilla—. La visita a Busan ayer fue... intensa, y por lo que veo hoy tampoco será un buen día —mostró su pila de papeles.

—Oh, déjame ayudarte.

—No, no, no, de eso nada, eres una señorita y yo como caballero no puedo dejar que cargues con esto —mencionó con un semblante serio.

«¡Awwww qué dulce!»

—Ay vamos~ déjame ayudarte, Kook.

El negó con ternura.

—No, Olivia.

—Aunque sea déjame acompañarte —propuse con una pizca de esperanza.

El pelinegro suspiró y conectó sus ojos con los míos, para luego sonreír.

—Eres imposible, jovencita.

—¿Te acompaño o no?

— Si~, está bien, princesa.

still with you • j.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora