Especial • Park Jimin

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Me deseas, he perdido mi camino. Me deseas al igual que yo todos los días. Me siento tan lejos, siempre viene a mi camino. Todo se repite otra vez. Permítanme apartarte de mí. Quienquiera que sea, sálveme por favor.

——Lie, BTS; Jimin

Si había aprendido algo durante mis diecisiete años existiendo, era que la vida es un completo círculo vicioso. Sales de un problema para luego adentrarte a otro, y así de forma sucesiva.

Pero también había conocido con exactitud como la vida te golpeaba con cosas peores que tus acciones.

El karma, como lo denominan.

Y entonces me cuestionaba: ¿que fue lo que hice en mi vida pasada para merecer esto? ¿por qué, si vivía una existencia feliz? ¿era necesario? Ninguna interrogante poseía respuesta por más que intentara encontrarla.

Sin embargo, había una pregunta que me atormentaba...¿quién soy en realidad?

Yo, Park Jimin, alias mochi o como demonios deseen llamarme; nací en Busan, Corea del Sur, y ahí viví la mayor parte de mi infancia.

Hijo de una privilegiada familia, ustedes saben. “¡Ah! Es maravilloso” “Él niño prodigio” “Sin duda la reliquia de su familia” “Será el futuro de la corporación”

Por favor, se ve que no conocen la situación. ¡Malditos periodistas de...!

Vamos a calmarnos~ que nos desviamos del tema inicial. Continuando....¿dónde me quedé? Ah, cierto.

Mis padres formaban parte de uno de los conglomerados empresariales más grande del país, siendo la salud su principal sede. Ambos eran dueños de hospitales, campañas de salud, clínicas veterinarias, entre otras cosas más en tal ámbito. Sin duda, un trabajo agotador según sus palabras.

Por tales motivo mi economía era excelente. Tenía todo, básicamente, pero sí. Y aquello no me incomodaba en absoluto, excepto una cosa....

El amor fraternal.

Digamos que mis progenitores no tenían mucho tiempo libre. Se la pasaban trabajando día y noche, usualmente llegaban mientras yo dormía y se iban antes de que despertara. Solo para concluir: no me prestaban demasiada atención.

Cosa de la que actualmente se arrepienten.

Con todo esto no digo que poseía falta de cariño, por el contrario, si recibía su amor. Eran muy pocos mis momentos junto a ellos, pero esos pocos segundos valían demasiado la pena, ya que era el único instante dónde me sentía completamente seguro.

A pesar de todo eso, me acostumbré a mi soledad desde pequeño. No me desagradaba tener compañía, pero disfrutaba de mi tranquilidad, al final....era solo un niño que no comprendía mucho de la realidad. Tampoco perdía mi única personalidad, ya que me repetía constantemente que los sucesos del exterior no debían influenciar en mí.

Era conocido por mi dulzura, educación, amabilidad, cariño, travesuras, pero principalmente por mi positivismo. No importaban las circunstancias, en mi rostro siempre deslumbraba una sonrisa, sin olvidar ese rojizo color en mis mejillas.

Todo en mi estaba bien, sin duda, pero entonces... llegó lo que desde un principio debía llegar...

Mi primera crisis del TEI: trastorno explosivo intermitente.

Antes de continuar, ¿qué es esto? El TEI es un trastorno del comportamiento caracterizado por expresiones extremas de enfado. Supone repentinos y repetidos episodios de conductas agresivas, impulsivas, violentas o arrebatos verbales agresivos en donde se reacciona con demasiada exageración para la situación.

still with you • j.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora