Legitima

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Llevaba un mes entrenando con Tacia, al principio Tacia se quiso negar ya que María era la reina y no queria arriesgarse a que alguien lo descubriera y la castigaran por ello. Pero al final María le habia dicho que ella era la reina y que su palabra era la ultima y que nadie podía castigarla si ella se los impedía. 

Tacia la entreno durante un mes, en su vida María habia sufrido tanto dolor físico, no solo le estaba enseñando a usar una espada, le obligaba a hacer ejercicios para fortalecer el cuerpo, pues según Tacia de nada sirve saber usar una espada si no puedes levantarla y aguantar el desgaste físico que representaba. María no tardo en entender a lo que se refería, pues el primer día le trajo una espada de madera con la que entrenarían y era muy pesada para María, al punto que tenia que sostenerla con dos manos, pero no solo habia traído la de madera, trajo también una espada de verdad, de metal, de aquellas espadas con hojas negras que al parecer forjaban en Las Diez Forjas y ni siquiera pudo levantarla con ambas manos.

- ¿Cómo es posible que pesen tanto? - pregunto molesta María sin poder levantarla al sostenerla de la empuñadura.

- Es porque los hombres que las portaran han entrando toda su vida con espadas aun mas pesadas, esa es la verdad - dijo Tacia mientras la levantaba con una sola mano como si no fuera nada.

Esa habia sido una demostración de Tacia, para que entendiera la cruda verdad a la que se enfrentaría si queria que ella la entrenara.

Pero María no planeaba dar ni un paso atrás, se habia decidido a no ser mas una mujer indefensa que envía a su esposo a morir al campo de batalla. En el entrenamiento hasta el momento habia logrado desarrollar cierta fuerza como para poder levantar la espada de madera, aunque la mayor parte del entrenamiento era mantener la espada levantada o repetir las posturas que Tacia hacia a su lado, según ella, lo que necesitaba era desarrollar fuerza en los músculos que se utilizaban para el uso de la espada, María suponía que eran solo los brazos, pero todo su cuerpo terminaba desecho, sus brazos, su espalda y su cintura, además de las piernas, pues Tacia le habia dicho que debía mantener una postura en la cual sus piernas se encontraban en todo momento flexionadas alegando que de esa manera desarrollaría mas resistencia y se acostumbraría a las posturas mas rápidamente.

Hacia solo una semana comenzaron a tener pequeños duelos, según Tacia no solo bastaba con saber las posturas, debía desarrollar reflejos y aprender a la fuerza como vencer un enemigo que era superior a ella.

Tacia siempre se quedaba parada con las espada por detrás de ella y su brazo izquierdo en una posición parecida a la que María suponía tendría si sostuviera un escudo, en cambio a María le habia enseñado que debía tener la espada sujetada con ambas manos y siempre con la punta de su espada apuntando al enemigo. La idea era que María atacara primero, ella al principio atacaba sin pensar y en cuestión de unos segundos estaba desarmada y tiranda en el suelo sin poder respirar por tener el pie de Tacia en el pecho.

Pero ahora era diferente habia aprendido que debía medir bien a Tacia, pues no solo era mas habilidosa que ella, sino que también era mucho mas fuerte. María ataco, Tacia detuvo su ataque, para al instante empujar son su espada y atacar ella, María logro detener su ataque que venia horizontal y deslizo la espada por el filo de la espada de Tacia habiendo que al final su guarda chocara con el filo de la espada y hiciera que la espada de Tacia fuera lanzada hacia arriba, pero lamentablemente Tacia no soltó su espada, logro mantenerla en su mano y luego de un segundo Tacia ya volvía atacar, esta vez con un ataque en diagonal que María esquivo retrocediendo dos pasos rápidamente, al instante Tacia dio un potente paso adelante y la espada volvió a atacar esta vez en un ataque diagonal pero viniendo desde abajo y María sin poder retroceder lo detuvo con su espada y  empujo a Tacia con el hombro y sin darle tiempo ataco logrando asestarle un fuerte golpe en el hombro, Tacia sonrió y salto hacia ella desvió su espada con la suya y clavo su rodilla en el estomago de María, la cual dejo caer su espada sin poder respirar, Tacia apoyo la punta de su espada en el mentón de María.