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La celebración que había preparado para Casia y Heron estaba saliendo a la perfección, bajo insistencia de Casia y de Heron había tenido que limitar mucho el tamaño y el numero de invitados, no querían dar un espectáculo ni nada parecido, por lo que María se había encargado de que fuera una ceremonia sencilla con familiares y amigos. Lo habían hecho en el patio principal del castillo, rodeados de la corte y de invitados entre los que se podían encontrar soldados y guerreros del norte, mercenarios, comerciantes, herreros y campesinos, que se mezclaban con caballeros, señoras y señores nobles, para celebrar a la joven pareja. 

Su esposo había estado sentado junto a ella en todo momento, no se apartaba de su lado desde que le había dado la noticia. Durante la ceremonia habían estado en primera fila viendo como Casia era entregada por Ambras y Tacia ante Heron, que para sorpresa de María, con el cabellos arreglado, la barba bien afeitada y ropas elegantes eclipsaba a la mayoría de la nobleza, además era alto y fuerte, lamentaba pensar en aquellas mujeres que intentaran acercase a el, teniendo en cuenta que Casia era capaz de romperles todos los huesos del cuerpo con tal de que no se acercaran a Heron.

El sacerdote que los caso, no era de Alban, era un sacerdote de los dioses latinos, traído por Andros desde el principado, pues Casia adoraba a los dioses de los antiguos latinos y Heron había estado de acuerdo en casarse bajo los designios de los dioses de su amada, igual que había hecho Andros años atrás. El hombre tenia mas aspecto de soldado que de clérigo, portaba una cota de malla negra cuando se presento, según le había contado Andros las vidas de los sacerdotes de Marte era así, eran clérigos de guerra, gente que luchaba con los demás soldados y que recibía sus plegarias para su sangriento dios de la guerra.

- ¿Y porque ese hombre puede auspiciar una boda? - pregunto a su esposo cuando nadie los escuchaba, estaba molesta de que un sacerdote de un dios de la guerra conocido por sus masacres estuviera en su palacio y fuera el que auspiciara la boda.

- Los latinos tenían tres dioses principales - dijo su esposo mientras se sentaba en su silla y apoyaba los pies en su mesa - Rior, dios del conocimiento y el gobierno, y sus dos hijos gemelos, Marte, dios de la guerra y la estrategia y Neptus dios de la economía, el comercio y la paz, cada dios representaba cosas diferentes, pero eran adorados por el mismo pueblo con las mismas costumbres, un guerrero durante la guerra adora a Marte, pero cuando llega la paz, adora a Neptus para rezar por sus negocios, cuando envejece adoran a Rior para que les de la sabiduría que viene con la edad, por eso un sacerdote de uno de los dioses, cualquiera de ellos, puede auspiciar bodas y funerales, porque no adora a un único dios, simplemente sigue el camino de uno para que otros puedan seguir el camino de los otros.

María estaba sentada en su sillón mientras escuchaba como su esposo le daba catedra de religión, había pedido a Ser Lars que le consiguiera a un experto en la religión latina del principado, pero al parecer se había casado con uno. Era sorprendente como su esposo podía pasar de ser un soldados y comandante, conocido por su brutalidad, a un erudito en conocimientos que María ni podía imaginar.

- ¿Y solo tienen tres dioses? - pregunto curiosa.

Su esposo negó mientras sonreía.

- Tienen muchos mas - dijo sin apartar su mirada de ella - pero según las leyendas, mas que dioses, son semidioses, hijos que tuvieron Rior y sus hijos con mujeres mortales. Un ejemplo, los antiguos emperadores del Imperio Latino decían descender de Argentus hijo primogénito de Marte que lo sucedió supuestamente en el gobierno de Lati.

- ¿Cómo sabes todas estas cosas? - pregunto mientras se preguntaba a si misma si siquiera un libro de la biblioteca de Nirde podría contener esos conocimientos, pues nunca los había encontrado ni por accidente.

Su esposo simplemente había sonreído y dicho algo que no esperaba.

- Cada vez que era herido en combate, John me prohibía entrenar o hacer cualquier esfuerzo físico, por lo que terminaba en la biblioteca devorando los libros y en mas de una ocasión le robaba a mi tío sus libros privados, herencias de nuestro pasado en Elparion.

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