Caballeros

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Mientras caminaba frenéticamente por los pasillos de su palacio, algunos de sus consejeros y hombres de confianza lo seguían de cerca, ellos leían documentos y discutían asuntos importantes de estado, pero Alexander solo podía pensar en que todo se estaba yendo a la mierda, la ciudad siempre amanecía con una de sus patrullas masacradas en algún callejón de mala muerte o con alguno de los almacenes de aprovisionamiento quemado, los rebeldes de esta puta ciudad se habían vuelto muy osados y aun teniendo a mas de diez mil hombres en la ciudad no lograba controlar la situación, todo se habia salido de control cuando envió al grueso de sus fuerzas a occidente para intentar atacar al fuerzas que acompañaban a esa perra de María, desde ese momento, toda la ciudad estaba revuelta.

- Señor en lo que va de esta semana - decía uno de sus consejeros mientras lo alcanzaba con un pergamino - hemos perdido a mas de cien hombres en los ataques.

Alexander tomo el pergamino y lo destrozo en miles de pedazos mientras seguían dando pasos frenéticos. 

Pero no solo era la ciudad, los alrededores también estaban en rebelión, al parecer la proximidad de las fuerzas de María los habia envalentonado para levantarse en armas y bajo el liderazgo de un maldito don nadie llamado Rowan habían liberado muchas aldeas y pueblos, habían matado a sus oficiales y las guarniciones que tenia allí para la recaudación de tributos. Sin esas aldeas la ciudad podría incluso morir de hambre y eso si que no podía permitirse. Habia sido arriesgado pero habia enviado a cientos de sus hombres a las aldeas para que encontraran y eliminaran a ese tal Rowan y a toda la hueste que estaba agrupando para así poder someter a las aldeas nuevamente bajo su mandato. Pero lamentablemente no habían logrado nada en la semana que llevaban fuera, cada vez que parecía que encontraban un rastro que podría llevarlos a su objetivo lo perdían o eran emboscados y completamente aniquilados.

Alexander se estaba desesperado y muchos mas desde que el rey de la Urna habia exigido mas tierras en el sur si es que queria que enviara a mas hombres en su ayuda, Alexander aun no estaba segura de esa alianza, pero hasta que llegaran sus refuerzos de mas allá del mar no tenia mas aliados que al rey Valeram, una maldita rata oportunista.

- Majestad - dijo uno de sus hombres llegando corriendo - tengo malas noticias.

Alexander dio media vuelta y espero a que llegara hasta el.

- ¿Y ahora que? - pregunto molesto - ¿acaso una plaga de langostas?.

- Es Sir Hunt majestad - dijo mientras tomaba aliento - ha retado a un duelo al caballero de la puerta oeste.

Alexander ateo un florero que habia allí decorando el pasillo, el florero termino hecho pedazos con una de las paredes.

- Pensé que habia dado ordenes de que nadie se acercara a ese idiota y resulta que otro de mis estúpidos caballeros va y lo reta a un duelo.

Los presentes no dijeron nada simplemente lo observaron a la espera de ver que era lo que hacia.

- ¿Dónde esta Sir Hunt? - pregunto molesto.

- Se encuentra preparándose para el duelo, será mañana según lo que me han dicho y hay algo mas.

Alexander clavo sus ojos sobre su consejero.

- ¿Qué mas?.

- Sir Hunt ha pedido que usted este presente como testigo.

Alexander se arto de aquello y fue directo hasta las barracas que compartían los caballeros de su corte, sus hombres lo siguieron y algunos de sus consejeros aprovecharon para escapar de el.

Cuando llego hasta las barracas encontró a Sir Hunt sentado en una silla y afilando su espada. Al verlo entrar el caballero dejo la espada y se levanto para recibirlo. Le dedico un reverencia y cunado Alexander lo tuvo en frente lo tomo por el cuello.

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