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El campamento en donde se habían establecido las fuerzas de Lord Oscar era lo alto de una colina que controlaba todos los caminos que unían la marca occidental y con los dominios centrales. A menos de un kilometro se alzaba un castillo que habia quedado en manos de unos hombres del usurpador, hasta que Lord Oscar lo retomo y estableció allí la estancia de María y habia dejado a mas de mil hombres para que defendieran el castillo y a María.

Desde lo alto de la torre del castillo podía ver todo el campamento de las fuerzas de Lord Oscar, desde que estaban allí cientos de hombres se habían unido a sus filas y el viejo Sir Eustace habia llegado con todos sus hombres de la resistencia de occidente, María se alegro de volver a ver al viejo caballero, al igual que a muchos de los que habían estado en Nirde a la hora de su caída, María y todos los demás los habían dado por muertos, pero de alguna manera milagrosa de habia salvado del final de la ciudad.

En el castillo se reunió con los comandantes de sus fuerzas y planearon como proceder a la ciudad. Lord Oscar junto con sus hijos fueron los primeros en presentarse, seguidos por Kardus y algunos hombres de los clanes, Sir Eustace llego solo y al final estaba Ambras que era el comandante de su guardia personal. También estaban presentes Malco y su hermano Karl, pero como María estaba presente el mercenario no se dignaba a decir ni hacer nada a menos que fuera ella la que le dirigiera la palabra.

- La ciudad se encuentra protegida por miles de hombres - dijo Lord Oscar - muchos mas de los necesarios para poder defenderla de forma eficiente, eso sin contar a los veinte mil hombres que el usurpador lanzo contra nosotros.

- ¿Tienen alguna idea de cuanto tardaran en llegar hasta aquí? - pregunto María.

- Se cree que en un par de días - dijo Kardus - seguramente vienen para evitar que lo rodeemos por todos sus frentes, además aun tiene la ciudad a buen resguardo.

- ¿Podemos vencer a las fuerzas que envió contra nosotros? - pregunto María.

Los presentes tardaron en responderle, pero al final todos asintieron.

- Ya hemos vencido a fuerzas que nos superaban en numero - dijo Vastian uno de los primos de Andros - dudo que no podamos repelerlos y hacerlos retroceder hasta Nirde.

- Lo que dice mi hijo es verdad - dijo Lord Oscar - si logramos tomarlos desprevenidos podríamos vencerlos.

María asintió complacida.

- ¿De cuantos hombres disponemos? - pregunto María.

- Con la llegada de Sir Eustace y los leales que han venido a su encuentro - decía Tristan - tendremos un total de dieciséis mil hombres en nuestra hueste.

- Bien - dijo María - cuando lleguen las fuerzas de Ashterion a su posición designada avanzaremos contra Nirde, por lo cual, cuando lleguen las tropas del usurpador deberán atacar y destruirlas con la mayor prontitud que les sea posible.

Con la reunión terminada, despidió a sus comandantes, solo Sir Eustace y Ambras se quedaron, queria que el anciano caballero se quedara con ella, era un amigo que siempre habia anhelado volver a ver y queria que el ahora anciano caballero se quedara en un lugar seguro.

- Dígame Sir Eustace - le pregunto cuando estuvieron a solas - ¿Cómo sobrevivió a la caída de Nirde?.

El anciano se dirigió a una de las ventanas y saco una pipa y una bolsa de cuero. María observo como el caballero llenaba su pipa de tabaco y la encendía con la llama de una de las velas.

- Lo pregunta como si fuera una sorpresa para usted - dijo el anciano - se que soy un viejo arrugado, pero aun soy un caballero de Alban.

María se rio del humor acido del anciano, era una de las cosas que mas le agradaban del viejo.

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