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Con la derrota que habían sufrido sus enemigos en los vados, se habían replegado al sur en busca de posiciones mas defendibles, si por algo podían estar orgullosos los hombres de la Urna, era por sus grandes ciudades fortificadas, con muros altos, torres imponentes y en definitiva defensas que podían resistir el avance de cualquier ejercito. Por eso Andros no habia marchado a la ciudad como lo habia hecho su tío Agdrian, prefería dejar los asedios a los demás, no tenia la paciencia y sabia que si las ciudades caían ante el, sufrirían el mismo o peor destino que Sinca.

En cambio marchaba aun mas al sur, a la profundidad del territorio enemigo, el tenia un objetivo mas importantes que tomar la ciudades de La Urna, el debía encontrar y salvar a los ciudadanos de Alban que habían sido esclavizados. Marcho por días, y encontró muchos pueblos pequeños donde los soldados de la Urna al verlos tiraban las espadas, seguramente no habían siquiera previsto que marcharan al sur sin haber antes tomado la ciudad de Rurk.

En esos pueblos también encontró esclavos sometidos y esclavistas que eran los que habían puesto cadenas en sus cuellos y vendían sus vidas a cambio de oro. 

Andros habia tomado el pueblo y los soldados de la Urna se quedarían en el pueblo sin armas y bajo juramento de que no las volverían a tomar, Andros entendió que esos hombres no tenían líder y que aceptaban por le miedo que le tenían a el y a sus tropas. Andros aceptaba eso, a veces el miedo era mas poderoso que el respeto y el amor. En cambio de los soldados, con los que no planeaba tener clemencia era con los esclavistas, muchos de ellos eran nobles de la Urna, la nobleza del reino era la que administraba la venta y compra de esclavos.

Andros pasaría un solo día en la ciudad, pero ese día seria suficiente para empezar tu tarea. Habia llamado a todos los habitantes a la plaza central y todos fueron rodeados por filas completas de legionarios. Andros se aproximo a un alto escenario de madera, seguramente uno que era utilizado para mostrar a los esclavos que estaban a la venta y para hacer anuncios.

Los esclavistas y nobles fueron puestos de rodillas detrás de el, por fortuna en este pueblo eran pocos, no mas de una docena.

- Este pueblo es tomado por Alban - dijo con firmeza a todos - a partir de este momento su única y verdadera soberana es la reina María Hawks de Alban, aquellos que teman por sus vidas o por la integridad de sus propiedades, no deben temer, solo unos deben temer, los esclavistas.

Mientras decía esto los señalo y las personas que estaban allí observaban en silencio.

- La lealtad a su antiguo rey no será castigada - dijo a continuación - después de todo, como sus súbditos, le debían lealtad y como honorables personas siguieron ese juramento, pero a partir de ahora les pido que juren lealtad a mi reina.

Las personas se miraron entre ellas, algunas con sorpresa, otras indignadas.

- Aquellos que acepten esto, podrán quedarse en sus hogares y seguir sus vidas de forma pacifica, y les juro que siempre contaran con mi protección y la del reino de Alban, pues no solo ustedes hacen un juramento a su soberano, aquellos que gobernamos también debemos hacerlo.

Andros observo inquisitivamente a la población y pudo ver que muchos asentían, parecia que su jugada estaba funcionando.

- La esclavitud - continuo con firmeza - será castigada con la máxima pena.

Los esclavistas se agitaron e intentaron levantarse, pero la firmes manos de sus hombres los mantuvieron de rodillas.

- Los que posean esclavos - continuo con firmeza - deberán liberarlos, la libertad será la única paga que les deberán, y una vez sean libres podrán seguir su camino y para que no teman una venganza, aquellos esclavos que lo deseen podrán unirse a mi fuerza, serán armados y podrán cobrar venganza a los auténticos responsables de su esclavitud, el rey Valeram y la nobleza de este reino.

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