Cuerno de Guerra

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Atardecía mientras aquellos hombres comenzaban a rodearlo, parecía que habia aprendido, no bastaba con seis hombres, el cobarde ahora habia enviado a mas de una docena para eliminarlo. Como siempre se encontraba sentado en su tronco afilando su espada y vistiendo su armadura.

- Buenos días caballeros - dijo Marte mientras se levantaba aun con la piedra de afilar en la otra mano - vio complacido que la puerta de la ciudad estaba abierta y que otros de los hombres del usurpador estaba allí parados observándolos.

- Es tu fin sir Marte - dijo el que parecia comandarlos - entrégate o tendremos que matarte.

Marte sonrió por debajo del yelmo y guardo la piedra de afilar en su bolsillo.

- No - dijo simplemente y con burla - tendrán que matarte, si es que pueden.

Muchos de los hombres desenvainaron sus espadas y comenzaron a adelantarse con cautela midiéndolo para atacar. Uno se adelanto para atacarlo, Marte ni se movió, el hombre recibió una flecha justo en la cabeza, cayo muerto al instante, los demás retrocedieron un paso.

- Rápido mátenlo - grito el líder mientras mas hombres venían de la puerta.

Marte cargo rápidamente y decapito a uno de sus enemigos, desvió el ataque de otro y atravesó el pecho de un tercero, otra flecha llego y atravesó la frente de un enemigo que le lanzaba sobre el. De los arboles que estaban detrás de el apareció una alta figura portando un arco y cientos mas de hombres salieron al encuentro de los enemigos que comenzaban a avanzar.

- Hemos llegado justo a tiempo - dijo una voz grave e imponente con asentó del sur profundo.

Marte se volteo para ver al mercenario Maotut, el mismo que habia enviado tres años atrás a asaltar las caravanas de suministro durante el asedio, al parecer su agente personal lo habia encontrado.

- Justo a tiempo - dijo mientras Andros se quitaba el yelmo - avanzaremos por la ciudad, ¿Cuántos hombres has traído?.

El mercenario rápidamente tomo una flecha y la disparo contra otro enemigo que se lanzo sobre Andros.

- Traigo quinientos buenos hombres Lord Consorte - dijo con una sonrisa.

- Avanza entonces - ordeno con firmeza.

 El mercenario asintió y lidero a sus hombres en dirección a la ciudad. Se alegro de saber que los rumores de esos bandidos en el sur no eran solo bandidos, eran los restos de la fuerza del capitán mercenario que el viejo Alone y Malco habia reclutado para el.

- Has hecho un gran trabajo encontrándolos - dijo mientras una figura mas pequeña salía de detrás de los arboles - sabia que serias mas útil como agente que como puta.

La figura revelo una belleza deslumbrante cuando se hubo quitado la capucha. La habia encontrado en su burdel de Nirde en una de las muchas veces que habia entrado para hablar con la gente y reunirse en secreto con Loreant, la mujer se puso a su servicio al instante, ya que hacia años le habia jurado que si le servía conseguiría librarse de la vida de una prostituta. Gracias a las rutas secretas que esa mujer conocía, habia logrado escabullir a María para que tres años antes escapara de Nirde

- Mi lord - dijo Livia mientras hacia un reverencia - me complace haberle servido aunque sea una vez.

- Toma - dijo mientras le lanzaba una pequeña bolsa de cuero - suficiente como para que no tengas que volver a vender tu cuerpo, tal y como prometí cuando nos conocimos.

- Gracias majestad - dijo con una sonrisa cómplice - aunque hubiera sido mas barato si me hubiera tomado, sabe que aun me frustra no tener poder sobre usted.

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