Dragon Ball: Caminos Cruzados. Segunda Edición

T3. Capítulo final

En el presente de nuestros amigos, Raditz está volviendo de su sesión diaria de entrenamiento con Goku, Gohan y Piccolo.

< Mañana iré a entrenar con Ten Shin Han, él también se ha vuelto muy fuerte. > Piensa < Y tengo que poder transformarme en Super Saiyajin con mayor naturalidad, aún me dejo llevar mucho al usar esa forma  y pierdo el enfoque > Piensa con seriedad.

Se sorprende al llegar y ver a Bulma sentada en un sofá, la saluda con la mano.

- Oh, hola, Raditz - Dice ella con una expresión inquieta.

- ¿Sucede algo? Es raro verte fuera de tu sala de trabajo a esta hora - Comenta el saiyajin.

La mujer se mantiene en silencio, entonces toca el lugar a su lado en el sofá, Raditz se sienta sin saber qué sucede.

- ¿Puedo decirte algo sin que te enojes? - Le pide Bulma.

- ¿Eh? Por supuesto ¿Algo va mal? - Pregunta él.

- No, no es que algo vaya mal, pero... - La mujer mira a su novio nerviosamente sin saber cómo decir lo que está sucediendo.

- Vamos, sabes que puedes hablar conmigo - Le dice Raditz con una sonrisa.

- ¿Recuerdas cuando volviste de ese planeta metálico hace una semana? - Le pregunta Bulma acariciándose la barriga.

- Sí, recuerdo ese día... y esa noche - Dice el saiyajin con una sonrisa pícara, Bulma se sonroja.

- Sí, de eso quería hablarte - Menciona ella volviendo a acariciarse el vientre.

- ¿No te gustó? ¡Lo siento, sé que puedo ser algo brusco, pero no dijiste que me detenga y yo estaba emocionado porque al fin había podido transformarme en...! -

- Raditz, estoy embarazada - Dice Bulma.

El saiyajin se queda paralizado sin saber qué decir.

Tarda unos cuantos segundos en asimilar la noticia.

- ¿Estás hablando en serio? - Le pregunta a Bulma.

- Sí, no bromearía con esto. - Le responda ella - Lo siento, sé que no era algo que hubiéramos hablado con anterioridad, debería haber sido más cuidadosa y... - Se sorprende cuando Raditz la toma suavemente por la cintura y la alza frente a él.

El saiyajin está sonriendo.

- Acabas de hacerme el hombre más feliz del mundo... ¡No! ¡¡DEL UNIVERSO!! - Grita con felicidad, está sonriendo más que nunca en su vida.

Bulma se sorprende y también empieza a reír.

Ambos comparten un cariñoso abrazo.

- Te amo, Raditz - Dice la mujer antes de besarlo.

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En el futuro de Mirai Chard, la chica abre sus ojos y se sorprende al ver a Hiroshi, siente en su boca el casi olvidado sabor a semilla Senzu.

- ¿Qué pasó? - Pregunta.

- Un encontronazo con los androides, ni más ni menos - Le dice el pelirrojo.

- Ah, ya recuerdo, me salvaste, Hiroshi - Dice Chard.

- Oh ¿Recuerdas mi nombre? - Pregunta Hiroshi sorprendido.

La chica mira al techo, se tapa los ojos con el antebrazo derecho.

- Yo ya... no quiero olvidar - Responde.

- Je... - Ríe Hiroshi, sin saber qué más decir - La señorita Bulma creó unas medicinas llamadas "senzu", son muy buenas ¿No? - Pregunta el chico con intención de evitar un silencio incómodo.

- Sí, te salvan de todo... estaba tan herida que creí que había muerto - Le responde Chard.

- Entonces has revivido. Bienvenida al mundo, Chard - Le dice Hiroshi con una sonrisa amable.

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De vuelta al presente, nueve meses después de que Raditz volviera de M2, se encuentra en la sala de parto, Bulma está sosteniendo a su bebé recién nacida con una sonrisa de felicidad, está recostada sobre la camilla del hospital.

- ¿Han pensado un nombre? - Les pregunta una enfermera con una sonrisa amable.

Bulma acaricia a la niña en el rostro.

- ¿Raditz? Sé que te hacía ilusión ponerle el nombre - Dice sonriendo.

- ¿Qué te parece "Chard"? - Le pregunta el hombre arrodillándose a su lado, ambos miran a la bebé con ternura.

- Es un nombre hermoso - Responde Bulma con alegría.

Raditz acaricia a la bebé en el rostro, la pequeña está llorando, pero repentinamente empieza a reírse.

- Entonces está decidido. Bienvenida al mundo, Chard - Dice Raditz con una sonrisa de alegría.