Dragon Ball: Caminos Cruzados. Segunda Edición

T3.5. Capítulo 30

En el vacío del espacio exterior, una nave espacial se encuentra viajando.

Es la nave de Jaco y Helen, la mujer se encuentra conduciendo.

Ambos se encuentran en silencio.

Están dirigiéndose al planeta Oilia, planeta que un guerrero llamado Durian liberó de muchos ex soldados de Freezer que querían usarlo como su base de operaciones.

Según informes de la Patrulla Galáctica, los oilias han utilizado las naves y tecnología de sus enemigos derrotados para dirigirse al planeta Petropia y establecer una ocupación sobre el mismo para tener a sus habitantes trabajando forzadamente para ellos, todo bajo el liderazgo del ahora Rey Durian.

Su misión es lograr la paz y liberar al planeta Petropia.

La mujer deja salir un suspiro.

- ¿Estás bien? - Pregunta Jaco.

- ¿Mh? Sí ¿Por qué? - Pregunta Helen.

- Bueno... suspiraste ¿Te sientes bien? - Le pregunta el Inikia.

- ¿Suspiré? No lo noté, tal vez esté cansada, no lo sé - Dice la kinecelerean.

- ¿Tienes sueño? ¿Quieres dormir una siesta? Puedo conducir mientras descansas - Propone Jaco.

- ¿Qué? No, solo debo estar algo cansada, tal vez un café... -

- ¡En camino! - Exclama Jaco corriendo hacia la máquina de café.

En menos de un minuto le extiende a Helen una taza de café con crema y azúcar.

- Para ti - Dice.

- Claaaaaaro - Murmura ella, confundida mientras toma la taza y le da un sorbo al café.

Jaco se sienta en el asiento de copiloto y se mantiene firme mientras mira al espacio.

Helen sopla el café antes de darle otro sorbo.

- Lo siento ¿Estaba muy caliente? ¿Quieres que te prepare otro? - Pregunta Jaco.

- ¿Qué? No. Estás raro - Dice la mujer.

- Oh, lo siento, me quedaré en silencio y... -

- ¿Qué está pasando? Habla - Exige Helen.

Jaco se queda en silencio.

- ¿Estás incómodo por la misión? Yo puedo... -

- No, no... no es por la misión. - Dice Jaco - Argh, soy malo para esto - Rezonga.

Helen bebe otro sorbo de su café.

- Escucha, yo... lamento haber mencionado a Manny el otro día - Murmura el patrullero.

Helen se sorprende al escucharlo.

- Jaco... -

- Sé que aún te duele y debería ser más precavido con el tema, no debería haberlo hecho, solo se me escapó - Se disculpa Jaco.

- Jaco, no estoy enojada - Dice Helen.

- ¿Qué? - Pregunta el hombre.

- Sí, me sentí algo incómoda cuando lo mencionaste y tal vez me enojé un poco, pero solo fue eso. No soy una niña, Jaco, no necesito tu silencio para sentirme cómoda - Afirma la kinecelerean.

Jaco se rasca la nuca.

- Bueno, esto es incómodo, te compré un regalo a modo de... -

- ¡Te mentí, sí estoy súper enfadada! ¡Dame el regalo y te disculparé! - Exclama Helen.