Si llegaste aquí es porque ya leíste la primera edición de Dragon Ball: Caminos Cruzados, y si no la leíste, la siguiente sinopsis contiene spoiler, así que te invito a leerla, está en mi cuenta.
Después de haber superado peligros como el viaje a Na...
En el Tenkaichi Budokai, todo se quedó en silencio.
Sam jadea de pie mientras ve a Sashi, la cual está recostada y esforzándose por levantarse.
Su bastón de ki se desvanece de a poco hasta desaparecer.
- ¡Sashi, no te rindas! - Exclama Gohan.
- ¡Has llegado tan lejos, no puedes rendirte ahora! - Exclama Aneko.
- ¡Buen trabajo, Sam! - Exclama Astrid.
- ¡Eres el mejor! - Agrega Clyde.
Nam simplemente mira con el ceño fruncido, no reacciona a nada, sigue mirando a su hija.
En la Atalaya de Kami Sama, Piccolo cierra los puños con fuerza.
- Mocosa, no te atrevas a desperdiciar el entrenamiento - Dice con rabia.
Kami Sama esboza una sonrisa.
- Has peleado bien, Sashi, puedes estar orgullosa - Dice.
- ¡Claro que no, yo la entrené para que ganara! - Sentencia el namekiano guerrero - Ella no caería por algo así - Dice.
- Por favor, no te levantes. - Pide Sam - Ha sido la mejor pelea de mi vida, te doy las gracias por esto... espero que volvamos a pelear otro día - Agrega entre risas.
- ¡¡BIEN HECHO, SAM!! - Grita Clyde.
- ¡Por un momento creímos que perderías! - Exclama Astrid sonriendo.
Su cuerpo presenta muchas heridas, más de la mitad causadas por la última técnica de Sam, la Esfera Espiral que la envolvió en dañinos y dolorosos tirabuzones de energía.
El pelirrojo, viendo que Sashi no puede moverse, se esfuerza para mantenerse de pie.
Alza el puño izquierdo entre risas, agacha la cabeza porque está tan agotado que le cuesta alzar la mirada.
Con los ojos cerrados y una gran sonrisa, deja salir un grito.
- ¡¡HE GANADO!! - Afirma con alegría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡La...La participante Sashi sigue consciente, pero parece que no puede moverse! ¡En ese caso contaré hasta diez! - Exclama el locutor.
