Dragon Ball: Caminos Cruzados. Segunda Edición

T3.5. Capítulo 75

Jaco relata el día de su examen de ingreso a la Patrulla Galáctica, la kinecelerean lo escucha.

- Parece que lo tenías imposible ¿100 puntos? - Cuestiona Helen.

- Jeje, fue un día... interesante - Menciona Jaco.

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Meerus espera en un pasillo con nerviosismo, está mordiéndose suavemente una uña.

De forma totalmente inesperada, puede observar a Toppo, el cual tiene un par de pequeñas heridas, leves quemaduras causadas por las pistolas de entrenamiento.

Toppo está custodiando a Jaco, el cuál presenta unos cuantos moretones.

< Ay, mierda > Piensa Meerus.

Toppo y Jaco caminan hacia él, el inikia está cabizbajo.

El hombre del frondoso mostacho blanco mira al patrullero con unos ojos llenos de emociones que Meerus no logra descifrar.

- Veo que has entrenado a este tipo - Dice con una voz rígida.

- ¿Qué sucedió? - Pregunta Meerus.

Jaco tiene un gesto de nerviosismo.

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Jaco se ríe en voz baja.

- Todo sucedió muy rápido y fue confuso - Dice.

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- Jaco Thilimentempibossi, un paso al frente - Dice una examinadora.

Jaco camina hacia ella y recibe una pequeña pistola.

- Este arma utiliza munición física, párese encima de ese círculo - Comanda la examinadora.

Toppo observa con el ceño fruncido.

- Ahora surgirán objetivos, tiene que disparar a los rojos en la cabeza y a los verdes en un hombro. - Dice la mujer - Tiene que gastar un máximo de dos balas por objetivo para tener una puntuación perfecta - Agrega.

Jaco inhala profundamente y se posiciona para disparar.

Cerca de él aparecen tablas de madera con forma de seres humanoides, algunas son rojas y otras son verdes.

Empiezan a moverse con una velocidad constante, pero variando su dirección en ocasiones.

Jaco presiona el gatillo y golpea a un objetivo rojo en la cabeza, tras eso dispara a un objetivo verde en el bíceps derecho.

Deja salir un chasquido y dispara una segunda bala, golpeándolo en el hombro.

Sin embargo, esa bala sigue con algo de impulso y golpea en el cuello a otro objetivo verde.

Una gota de sudor cae por su frente, pero sigue disparando.

Tarda pocos segundos en recargar su arma con cargadores acomodados en el piso.

Dispara de forma eficiente, gastando un máximo de cuatro balas por objetivo y teniendo un resultado decente para un novato.

Después de quince minutos, Jaco jadea y deja su arma en manos de la examinadora.

Ella anota varias cosas en un cuaderno.

- ¿Ha sido un... buen resultado? - Pregunta Jaco entre jadeos.

- Has acertado en un 89% de los objetivos, el 11% restante han sido errores de cuales muy poco han sido graves. - Le responde la mujer - Ahora es momento de probar los disparos en movimiento, para eso utilizarás munición de energía - Menciona.

Le extiende una segunda arma al novato.

Una pista de obstáculos surge desde el piso.

- Tendrás que correr por esa pista de obstáculos mientras cargas a un rehén - Dice la examinadora mientras un saco aparece al lado de Jaco.