T3.5. Capítulo 37

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Jaco y Helen caminan por una especie de ciudad construida de forma rudimentaria.

La mujer carga con su arma láser de dos manos, se la ve visiblemente incómoda.

El hombre tiene su mano cerca de su arma.

Puede notarse el nerviosismo de ambos.

- Recuérdame por qué accedí a esto - Dice Helen mirando hacia los lados.

Las casas están hechas por una especie de ladrillo azulado y tienen puertas de madera marrón, la mayoría no tiene ventanas y las pocas que sí tienen poseen unos vidrios amarillentos por la suciedad y dañados por los años.

La gente parece estar acicalada y en buen estado, contrastando con el estado de las estructuras.

Los habitantes son seres bajos y regordetes con piel amarilla, solo las mujeres tienen cabello.

- Accediste a esto porque la alternativa era aburrirte en tu casa - Comenta Jaco.

- Cuando dijiste que iríamos a buscar la posible localización de "Un criminal de poca monta" no creí que te referías al maldito Elec Heata - Se queja la kinecelerean.

- No venimos a pelear, no debería pasar nada malo - La tranquiliza Jaco.

- Usaré tu cuerpo como escudo antibalas si algo malo sucede - Le advierte Helen - ¿Por qué estos tipos raros tienen casas tan destruidas? - Pregunta.

- Los atrocios no suelen preocuparse por el estado de sus viviendas, son seres con una resistencia antinaturalmente alta a casi cualquier tipo de amenaza, su planeta original era un cúmulo de desastres naturales y los obligó a evolucionar a esas formas que ves ahora. - Explica Jaco - No desarrollaron la necesidad evolutiva de tener refugios decentes, es por eso que se conforman con cualquier espacio al que llamar hogar - Agrega.

- Ya veo - Murmura Helen.

- Descubrieron el viaje espacial por accidente, un gigantesco meteorito destruyó el planeta Atrocius 0 en miles de pedazos, la explosión destruyó a muchos de esa especie, pero unos pocos cientos sobrevivieron y vagaron en el espacio por un tiempo indefinido... son los únicos seres aparte de los Demonios del Frío que se sabe que han sobrevivido al vacío del espacio - Dice el patrullero.

- Pfff... ¿Literalmente flotaron por el espacio? - Ríe la patrullera.

- Seh... no lo creí al principio, pero parece ser verdad. Ha habido sobrevivientes que aterrizaron en unos cuantos planetas, el Imperio de Freezer ofreció darles un hogar en este planeta con condiciones miserables a cambio de que ellos fueran los que probaran la efectividad de las armaduras - Responde Jaco.

- Qué horrible - Dice Helen.

- Los atrocios consideran a Freezer como un héroe por eso... estas casuchas en mal estado son como mansiones para ellos - Le explica Jaco.

- No sé si reír o sentir pena - Confiesa la kinecelerean - ¿Y qué hacemos aquí? - Pregunta.

- Vengo a negociar con los Heata - Responde el patrullero.

Helen se detiene al instante.

- ¡Ey, ey, ey, ey, ey! - Exclama.

- Ya sé lo que vas a decir... pero es lo que hay. Los Heata son piratas espaciales, pero no están al nivel del Imperio de Freezer, se limitan al robo y actitudes mafiosas, la Patrulla Galáctica los ha puesto como baja prioridad por ahora - Le dice Jaco.

- Si es que me va a dar un ataque al corazón por tu culpa - Se queja Helen.

- Meerus dijo que necesitamos información de alguien ajeno a la Patrulla Galáctica si queremos buscar el Planeta Prohibido - Menciona el inikia.

Dragon Ball: Caminos Cruzados. Segunda EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora